Pablo y Bernabé enviados en su primer viaje misionero; Hechos 12, 13 y 14

12:25 Cuando Bernabé y Saulo cumplieron su servicio, regresaron de Jerusalén llevando con ellos a Juan, llamado también Marcos.

La última vez que vimos a Bernabé y Saulo (Hechos 11:30), traían una ofrenda de Antioquía a la iglesia en Jerusalén. Posiblemente estaban allí por la muerte de Jacobo y el encarcelamiento de Pedro; la cronología no está muy clara en ese punto.

Se menciona a Juan Marcos (12:12) como el hijo de la dueña de la casa donde la gente estaba orando para Pedro. Bernabé tiene buen ojo para los siervos potenciales del Señor; se acerca a ellos y los suelta en un ministerio. Trajo a Saulo a Jerusalén y luego lo buscó en Tarso. Ahora, lleva a Juan Marcos a Antioquía con ellos. ¡Qué hermoso ministerio! Presentar a creyentes al campo misionero u otra cultura, y ser un mentor para ellos. Con razón le pusieran el nombre  Bernabé, que significa “Hijo de consolación” o “Hijo de ánimo” (Hechos 4:36). ¿Puedes tu ser un Bernabé para alguien?

El llamado y la ordenación de Bernabé y Saulo

1En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé; Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene; Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca; y Saulo. Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al que los he llamado».

Este es el primer llamado misionero claro. Estos líderes reflejan la naturaleza cosmopolita de Antioquía y su diversidad, tal como el liderazgo de una iglesia de hoy debe reflejar su diversidad:

  • Bernabé, Levita de Chipre.
  • Simeón; “el Negro,” un nombre judío pero probablemente de África.
  • Lucio de Cirene, en el norte de África.
  • Manaén; de una clase alta, criado con Herodes.
  • Saulo; Fariseo de Tarso.

La iglesia también estaba bien ordenada, con estos hombres reconocidos como profetas y maestros, dos de los cinco oficios que Pablo nombra en Efesios 4:11. Es posible que una persona ocupe dos de esos oficios (o más; Pablo era un apóstol).

El llamado ocurrió en el contexto de la iglesia, en un culto, con los dones funcionando conforme al plan de Dios. Además, estaban en ayuno, buscando al Señor y en su presencia. Claro que alguien puede recibir un llamado de Dios solo (como Moisés y la zarza ardiente), pero hay un orden en el reino de Dios que era muy obvio con el sacerdocio del Antiguo Testamento, y que aún hoy es muy importante. Dios opera dentro de la autoridad de la iglesia.

El Espíritu llamó a dos hombres. Aunque hay casos en que alguien va solo, Jesús envió a los discípulos de dos en dos, y creo que es el patrón bíblico. Saulo ya sabía que su trabajo sería con los gentiles, y el Espíritu guio a Bernabé a buscarlo.

Así que después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.

Tan importante como el llamado es la ordenación de una iglesia. Es peligroso (espiritual y físicamente) que alguien salga al campo misionero sin esa cobertura. La iglesia en Antioquía obedeció al Espíritu sin dudarlo, pero pasaron un tiempo en ayuno, preparándose para orar, imponerles las manos y despedirlos.

Enviados por el Espíritu Santo

Bernabé y Saulo, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. 

Si eres enviado por el Espíritu Santo, tienes la certeza de que Él guiará, ungirá y preparará el camino. Todo fue la obra del Espíritu, a través de la iglesia. Si tu sales a algún ministerio, es importante ser enviado por el Espíritu.

Primero bajaron a Seleucia, la puerta de Antioquía, unos 24 km (15 millas) de la ciudad. No es de extrañar que empiecen en Chipre, la tierra natal de Bernabé; él ya tendría algún conocimiento de la isla y su cultura.

Al llegar a Salamina, predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como ayudante.

Aquí nos enteramos de que Juan Marcos los acompañó, como ayudante y estudiante para aprender de ellos. Aunque el llamado de Pablo fue a los gentiles, él siempre empezó en las sinagogas de los judíos.

Pablo se enfrenta a un falso profeta

Recorrieron toda la isla hasta Pafos. Allí se encontraron con un hechicero, un falso profeta judío llamado Barjesús, que estaba con el gobernador Sergio Paulo. El gobernador, hombre inteligente, mandó llamar a Bernabé y a Saulo, en un esfuerzo por escuchar la palabra de Dios. Pero Elimas el hechicero (que es lo que significa su nombre) se les oponía y procuraba apartar de la fe al gobernador. 

Uno supondría que estaban predicando a la gente durante el viaje desde la costa este a la costa oeste de Chipre (unos 144 km o 90 millas). Hasta ahora todo parece tranquilo; aparentemente no experimentaron mucha oposición de los judíos mientras recorrían toda la isla. No hay mención de señales y prodigios; simplemente predicaron la palabra. El gobernador, en Pafos, la capital de la provincia, tenía hambre de algo espiritual. Era común que los gobernadores tuvieran un hechicero o un mago para dar consejos, y él estaba recibiendo palabras de un falso profeta. Sergio Paulo había oído hablar de Bernabé y Saulo, y los llamaron a escuchar la palabra, la cual recibió con fe. Pero Elimas, el hechicero, no quiere perder su posición e influencia, y se les oponía.

Notamos varias cosas sobre este Elimas:

  • Era judío, pero no guardaba la ley.
  • Era un hechicero, pero también un falso profeta. ¿Puede ser que muchos falsos profetas operen con un espíritu de brujería? Podrían recibir mensajes, pero son del maligno.
  • Su nombre “Barjesús” significa “hijo de salvación” (probablemente no tuvo nada que ver con Jesucristo).
  • Incluso hombres inteligentes, como Sergio Paulo, pueden ser engañados por falsos profetas.
  • Un falso profeta o hechicero intenta apartar al creyente de su fe.

¿Cómo van a responder Bernabé y Saulo?

Entonces Saulo, o sea Pablo, lleno del Espíritu Santo, clavó los ojos en Elimas y le dijo: 10 «¡Hijo del diablo y enemigo de toda justicia, lleno de todo tipo de engaño y de fraude! ¿Nunca dejarás de torcer los caminos rectos del Señor? 11 Ahora la mano del Señor está contra ti; vas a quedarte ciego y por algún tiempo no podrás ver la luz del sol».

Por primera vez, Lucas llama a Saulo “Pablo” (y nunca más lo vuelve a llamar Saulo), y él se levanta con una unción especial del Espíritu Santo. Al igual que Pedro y Juan que fijaron sus ojos en el cojo en la Puerta Hermosa (Hechos 3), Pablo clavó los ojos en Elimas y dice las cosas tal como son, inspirado por el Espíritu:

  • Es un hijo del diablo. No solo está equivocado, está endemoniado, un siervo de Satanás.
  • Es enemigo de toda justicia; pueden ser lobos vestidos como ovejas, pero son enemigos de la justicia.
  • Está lleno de todo tipo de engaño y fraude.
  • Tuerce los caminos rectos del Señor; puede proclamar cosas supuestamente de Dios o de la Biblia, pero las tuerce.
  • Alguien tiene que revelar lo que es, y Pablo proclama que la mano del Señor ahora está en su contra. Hay gente malvada que perjudica la obra del Señor, pero aparentemente Dios está esperando que alguien como Pablo (¿o tú?) proclame un juicio contra ellos.
  • La confirmación será una señal: ceguera. Pablo está muy familiarizado con eso; fue su experiencia en el camino a Damasco.

Pablo no le ofrece la oportunidad de arrepentirse; tiene que caer bajo el juicio de Dios.

Al instante cayeron sobre él sombra y oscuridad, y comenzó a buscar a tientas a alguien que lo llevara de la mano. 12 Al ver lo sucedido, el gobernador creyó, maravillado de la enseñanza acerca del Señor.

Con mucha fe y la unción del Espíritu, Pablo proclamó la ceguera, y así sucedió. No sabemos nada más sobre lo que sucedió a Elimas, pero fue suficiente para convencer al gobernador. Como vemos tantas veces, la manifestación del poder de Dios confirma la palabra y resulta en que la persona cree y se maravilla del Señor.

No dice nada acerca de cuánto tiempo permanecieron allí o si intentaron de formar una iglesia. Siguen adelante en su viaje.

Juan Marcos se separa de ellos en Panfilia

13 Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar desde Pafos, y llegaron a Perge de Panfilia. Juan se separó de ellos y regresó a Jerusalén; 14 ellos, por su parte, siguieron su viaje desde Perge hasta Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. 15 Al terminar la lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga mandaron a decirles: «Hermanos, si tienen algún mensaje de aliento para el pueblo, hablen».

Se produjo un cambio importante en Chipre: Pablo obviamente toma la posición de liderazgo y Bernabé sirve, como su nombre lo sugiere, para animarlo. Posiblemente eso no le cayó bien a Juan Marcos, y él se separó en la primera oportunidad de volver a casa en Jerusalén. Algunas veces nuestros intentos de iniciar a alguien en el ministerio son prematuros o no están guiados por el Señor. Tristemente, el problema con Juan Marcos sirvió para separar a Pablo y Bernabé más tarde (Hechos 15:36-41), aunque más tarde Juan Marcos viajaba con Pablo. Posiblemente, en el plan de Dios, Juan Marcos pasó este tiempo con Pedro en Jerusalén, y escribió el Evangelio de Marcos.

Fue un viaje de unos 160 km (100 millas) desde la costa de Asia (hoy Turquía) a Antioquía de Pisidia. Conforme a la costumbre de los judíos, los visitantes tienen la oportunidad de compartir una palabra.

16 Pablo se puso en pie, hizo una señal con la mano y dijo: «Escúchenme, israelitas, y ustedes, los gentiles temerosos de Dios: 

Este es el primer sermón registrado de Pablo (versículos 17-41), y sigue un patrón similar a la predicación de Pedro:

  • La historia de Israel, con énfasis en la iniciativa de la gracia de Dios. Señala a David, “hombre conforme a mi corazón; él realizará todo lo que yo quiero”.
  • El ministerio de Juan el Bautista.
  • La muerte y resurrección de Jesucristo, cumpliendo las profecías del Antiguo Testamento.
  • Jesús ofrece el perdón del pecado si no endurecen sus corazones.

Es totalmente Cristo-céntrico y basado en la Biblia. Termina su sermón con esta cita de 2 Samuel 7:13-14:

»“¡Miren, burlones!
¡Asómbrense y desaparezcan!
Estoy por hacer en estos días una obra
que ustedes nunca creerán,
aunque alguien se la explique”».

42 Al salir ellos de la sinagoga, los invitaron a que el siguiente sábado les hablaran más de estas cosas. 43 Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos fieles acompañaron a Pablo y a Bernabé, los cuales en su conversación con ellos les instaron a perseverar en la gracia de Dios.

Reciben la palabra y hay una puerta abierta para el sábado siguiente; mientras tanto, Pablo y Bernabé siguen hablando con ellos entre semana, animándolos a perseverar en la gracia de Dios.

44 El siguiente sábado casi toda la ciudad se congregó para oír la palabra del Señor. 45 Pero, cuando los judíos vieron a las multitudes, se llenaron de celos y contradecían con maldiciones lo que Pablo decía.

La noticia se difundió, ¡y casi toda la ciudad quiere oír la palabra! De repente, los corazones abiertos de los judíos cierran y maldicen a Pablo, contradiciéndolo. ¡Los celos son poderosos!

46 Pablo y Bernabé les contestaron valientemente: «Era necesario que les anunciáramos la palabra de Dios primero a ustedes. Como la rechazan y no se consideran dignos de la vida eterna, ahora vamos a dirigirnos a los gentiles. 47 Así nos lo ha mandado el Señor:

»“Te he puesto por luz para las naciones,
a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”».

48 Al oír esto, los gentiles se alegraron y celebraron la palabra del Señor; y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna.

Como sucedió tan a menudo, los judíos tuvieron la primera oportunidad de creer, pero rechazaron la palabra, y ahora Pablo y Bernabé se dirigieron a los gentiles, quienes recibieron la palabra de salvación con mucha alegría.

Aquí hay un indicio de algo que ha causado mucha controversia en la iglesia: habla de algunos que “estaban destinados a la vida eterna.” Obviamente no eran todos, pero Dios preparó sus corazones para recibir la palabra y creer en Jesús. No es el propósito de este libro resolver esta controversia; simplemente tenemos que reconocer que la idea de algunos destinados a la salvación existe en la Palabra, y podemos confiar en la obra del Espíritu para abrir sus corazones.

49 La palabra del Señor se difundía por toda la región. 50 Pero los judíos incitaron a mujeres muy distinguidas y favorables al judaísmo, y a los hombres más prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé. Por tanto, los expulsaron de la región. 51 Ellos, por su parte, se sacudieron el polvo de los pies en señal de protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. 52 Y los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.

Lucas termina esta porción con un resumen del estado de la iglesia allá. Pablo y Bernabé tenían mucho éxito, predicando en toda la región y dejando a los discípulos llenos de alegría y del Espíritu. Los que no estaban “destinados a la vida eterna” estaban celosos, y tenían conexiones con las personas más influyentes de la ciudad. Otra vez Pablo y Bernabé sufrieron persecución y fueron expulsados de la región, sacudiéndose el polvo de los pies, conforme a las instrucciones de Jesús (Lucas 9:5 y 10:11).

El viaje continúa en el capítulo 14

Hay mucho de interés en estos viajes de Pablo, pero para el propósito de este libro, no vamos a estudiarlos todos.

Su experiencia en Iconio (14:1-7) era familiar: Empezaron con los judíos, quienes los rechazaron, pero “una multitud” de judíos y griegos creyeron. Aquí nos enteramos de que Bernabé también fue incluido entre los apóstoles. Ministraban allí “bastante tiempo, hablando valientemente,” con muchos señales y prodigios. Cuando se dieron cuenta de un complot para apedrearlos, huyeron a Listra y Derbe (¡buena decisión!).

En Listra (14:8-20) la curación de un hombre lisiado de nacimiento abrió un camino para el evangelio, pero el pueblo llamó a Bernabé Zeus, y a Pablo, Hermes, y quería ofrecerles sacrificios como a los dioses. En esta ciudad pagana Pablo no habló del Antiguo Testamento, sino del Dios viviente de la creación. En un cambio dramático, llegaron de Antioquía y de Iconio unos judíos que hicieron cambiar de parecer a la multitud. Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, creyendo que estaba muerto (14:19).

Derbe y regreso a casa

Seguramente sería difícil para Pablo (quien pensaban que estaba muerto) caminar los 100 km (60 millas) hasta Derbe, pero su tiempo allá era más tranquilo. No sabemos cuánto tiempo estaban allí, pero de Derbe volvieron a las ciudades donde habían dejado a discípulos, y luego volvieron a casa, después de casi dos años.

21 Después de anunciar las buenas nuevas en aquella ciudad [Derbe} y de hacer muchos discípulos, Pablo y Bernabé regresaron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 fortaleciendo a los discípulos y animándolos a perseverar en la fe. «Es necesario pasar por muchas dificultades para entrar en el reino de Dios», les decían. 23 En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. 24 Atravesando Pisidia, llegaron a Panfilia, 25 y, cuando terminaron de predicar la palabra en Perge, bajaron a Atalía.

Esta es una parte muy importante del seguimiento. De su propia experiencia, podían hablar sobre las “muchas dificultades” por las que pasamos para entrar al reino. Muy posiblemente estos nuevos creyentes ya las estaban experimentando también. Nuevos discípulos necesitan ser fortalecidos y animados a perseverar en la fe. El amor manifestado por Pablo y Bernabé al volver a verlos sería de mucho valor, tal como las palabras de aliento y la oración por ellos. Ese toque personal es muy importante en el seguimiento, si no en persona, de los mensajes electrónicos. Jesús nos mandó “hacer discípulos,” no “conversos.” Nosotros tenemos infinitamente más recursos para compartir con discípulos para fortalecer y animarlos.

No solo animaron a los hermanos, sino que formaron iglesias con ancianos, quienes solo tendrían unos meses en el evangelio. Pero ya sería evidente quién permanecerá y quién tiene el corazón para guiar a la iglesia. Es difícil dejar una iglesia joven, sabiendo que estos ancianos van a pasar por muchas dificultades, pero los encomendaron al Señor, con la fe manifestada en su ayuno y oración. Jesucristo los cuidará. La meta de Pablo en su obra misionera no era la fama o las multitudes de conversos, sino establecer a iglesias, cuerpos de Jesucristo, en cada lugar. Él para siempre sería su “padre espiritual” y proporcionaría una cobertura espiritual para estas iglesias.

26 De Atalía navegaron a Antioquía, donde se los había encomendado a la gracia de Dios para la obra que ya habían realizado. 27 Cuando llegaron, reunieron a la iglesia e informaron de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos, y de cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. 28 Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.

Ellos mismos habían sido “encomendados a la gracia de Dios” meses antes, cuando salieron de su iglesia en Antioquia. Han pasado por “muchas dificultades,” pero Dios ha sido fiel, y vuelven con muchos testimonios para compartir con una iglesia hambrienta para noticias de ellos. Hoy tenemos conexiones con todo el mundo con WhatsApp, pero es ese momento podrían pasar meses sin ninguna noticia. Con razón se quedaron allí mucho tiempo, para descansar, ministrar a la iglesia y refrescarse en el Señor.

Preparándose para nuestro matrimonio con el Cordero de Dios

Nosotros como la novia de Jesucristo. Cuando empecé a reflexionar sobre esto, pensé en las escrituras conocidas sobre la novia en Apocalipsis y Mateo (como la parábola de las vírgenes prudentes e insensatas en el capítulo 24). Pero cuanto más pensaba en esto, más me maravillaba. Creo que hemos perdido el impacto de esta realidad: El Dios del universo ha escogido a nosotros, su iglesia, para la esposa de su Hijo unigénito.

¿Has tenido a hijos que se han casado? Es un momento de ansiedad, tristeza y alegría. En el pasado muchas veces los padres escogieron a la persona. Hoy eso es raro. Pero oramos y esperamos que haga una buena elección. Sabemos que el matrimonio no es fácil. Sabemos que muchos hombres solo piensan en la atracción física. Ofrecemos nuestros consejos. Es un paso gigante para el hijo. Está formando una nueva familia. Al mismo tiempo, reconocemos que su niñez ha terminado y de alguna manera estamos perdiendo a ese hijo.

En el caso de nuestro Padre celestial, Él ya envió a su hijo a este mundo. Ya derramo toda su ira sobre Él en la cruz del Calvario. Ya lo recibió de vuelta al cielo para sentarse triunfalmente a su diestra. Y ahora está preparándose para recibir a esta novia que va a compartir el reinado del universo. Finalmente va a lograr lo que quería desde el principio de los tiempos. Esa es la parte del padre.

Para los que están casados, los hombres han experimentado la anticipación, la inseguridad y el deseo para una mujer mientras nos preparamos para el matrimonio. Hermanas, ustedes le están confiando su vida a este varón que posiblemente solo conocieron hace unos meses. Usted va a compartir lo más íntimo con él. Idealmente, sería exclusivo. Como virgen usted recibe a un hombre de por vida, hasta la muerte.

Para ambos, la preparación es muy importante. Si hay una recepción, quieren un queque hermoso y comida rica. La luna de miel en un lugar precioso. La boda en sí en un lugar bonito, con toda la familia y amigos. Es una celebración, pero también una consagración solemne en presencia de Dios. Toman votos de lealtad y fidelidad.

Lamentablemente, algunos conocen el dolor de los votos rotos. De infidelidad. De la muerte. Muerte física o muerte del amor. Como es una relación tan íntima, el dolor es más intenso.

Hay varios factores que conforman un matrimonio feliz, como la fidelidad, la comunicación, el respeto y los objetivos comunes. Esos también son importantes en nuestra relación con Cristo como su novia. Pero el centro de esa relación es el amor.

Muchos muchachos, cuando piensan en el amor, piensan en hacer el amor. Pero nosotros sabemos que el amor es algo mucho más profundo. Tal vez lo más importante en la preparación para el novio es crecer en ese amor. Aprender lo que significa amar a Cristo. Y comprender lo que significa estar unido a Jesús, como un hombre y una mujer están unidos en el matrimonio. No es intimidad física, pero es una unión tan íntima al nivel personal como el matrimonio. Jesus dijo en Juan 14:

20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

“Aquel día” es la venida del Espíritu Santo a la iglesia en su plenitud. En su oración en Juan 17, Jesus oró:

20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.

¡Cristo es el polígamo más grande! Claro que es muy diferente de ser un polígamo aquí. Pero hay millones de personas que componen su novia. ¡Qué desastre sería tener peleas y divisiones entre ellas! Cristo, como buen novio, nos pasa la gloria que recibió de su Padre. No para vanagloriarnos, sino para que seamos uno. Esa es su petición para nosotros. Si vamos a estar preparados para la boda, tenemos que mantener nuestra unidad y hacer todo lo posible para promover la unidad de su cuerpo.

¿Usted ha visto a una pareja que llame la atención por el cariño y la unidad que muestran? Así debe ser para Cristo y su novia. El mundo ve algo muy especial en nosotros, y sabe que solo sería posible si Dios enviara a su hijo a este mundo para ser el novio.

23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

¡Podemos contar con el amor del suegro! ¡Qué hermoso sería tener esa perfecta unidad con tu conyugue! Esa es la unión que Cristo quiere con nosotros y entre nosotros como su novia. Así como una mujer feliz refleja el cuidado y el amor de su esposo, también debemos reflejar el amor del novio para nosotros.

24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

Como todo novio, Él ha preparado un lugar muy especial para nosotros, y espera con ansias ese día en que pueda llevarnos a su casa. Quiere que estemos donde Él está, que estemos con Él. Todo novio quiere mostrar su virilidad y su fuerza. Del mismo modo, Cristo quiere que veamos su gloria.

Todo esto es un misterio. ¿Cómo es posible esa unión con Dios? ¿Qué significa ser el novio de Cristo?

Tal como la imagen del cuerpo nos ayuda entender cómo funciona la iglesia, el matrimonio es algo que todos entendemos. Es por eso Pablo escribió en Efesios 5 cuando enseña sobre el matrimonio: 32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.

¿Habla de matrimonio, o de Cristo y la iglesia? ¡Ambos! ¡Los dos son misterios! Y los dos son paralelos. Entonces podemos aprender algunas cosas muy importantes para nuestra relación con Cristo como su novia.

21 Someteos unos a otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

La primera lección aquí para nosotros es aprender a someternos a la autoridad. El hombre tiene que someterse a Cristo. Tenemos que aprender a someternos unos a otros. Esa es una lección para todos: Aprender la humildad y el temor de Dios. Si nos cuesta someternos a otros, será difícil estar sujetos a Cristo. Como su cuerpo, su novia, tenemos que honrarlo como la cabeza de la iglesia. La mujer tiene la oportunidad de aprender esa sumisión con su esposo.

24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

Hay varias cosas que Cristo hace como nuestro novio:

  • Nos ama.
  • Demuestra ese amor en su sacrificio en la cruz, entregándose a sí mismo.
  • Él quiere una novia santificada y purificada.
  • Nos lava mediante la purificación de la palabra de Dios.
  • Allí, en la boda, la novia se presenta a Cristo, una novia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. En cambio, será santa e intachable.

Esa es la responsabilidad del esposo hacia su esposa también. En nuestra preparación para ser su novia, esta escritura nos enseña varias cosas que tenemos que hacer:

  • Permitir que el Espíritu Santo nos santifique.
  • Meternos en la palabra de Dios y permitir que nos lave y purifique.
  • Examinarnos en busca de manchas o defectos en nuestras vidas. Ya es tiempo corregir esas cosas para estar listos para el novio.

28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

Si la unión de un hombre y una mujer es un misterio, aún más la unión de Cristo y su novia, la iglesia. Y la clave es el amor. La novia que se ha preparado, ama al novio, y ha aprendido a comprender y recibir el amor del novio, de Cristo.

¿Cómo sabes si amas a Cristo? Él dijo en Juan 14:

21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. 24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

Para prepararse, la novia estudia la palabra y los mandamientos de Jesus, y lo obedece. Sin obediencia, el amor es meras palabras.

Jesus habló de la preeminencia del amor en Mateo 22:37: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

El amor empieza con esa obediencia. Estamos hablando aquí de un amor ágape, un amor que pocos en el mundo conocen. Ellos piensan en el amor como eros, amor sexual y romántico, o fileo, el amor entre nosotros como hermanos. El amor ágape es un amor incondicional. Pablo lo describe en 1 Corintios 13, en la NTV:

El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.

En el matrimonio, después de la luna de miel, aprendemos que esa relación cuesta mucho trabajo. No es fácil. Y Dios lo usa para enseñarnos mucho acerca de cómo amar. Si vamos a estar preparados para el novio, vamos a aprovechar cada oportunidad para poner estas calidades en práctica. Y podemos esperar que Dios proporcione circunstancias en nuestras vidas para probarnos y darnos la oportunidad para crecer en ellas.

Creo que Romanos 13 tiene algunos versículos muy apropiados para terminar esta reflexión:

No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. 11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

Lo que tú puedes hacer ahora en esta pandemia; Mateo 24 y 25

Estamos viviendo en un momento muy difícil. Justo cuando empezamos a abrir y pensamos que todo va a volver a la normalidad, hay una explosión de casos de Covid. ¿Jamás terminara? Sólo Dios sabe. Él es soberano y siempre tiene el control en medio de esta crisis. Él tiene un plan para tu vida y para un reino perfecto sin dolor, pecado o enfermedad. Pero es fácil sentirse impotente ante las malas noticias y la incertidumbre que nos rodea.

El internet está lleno de “profecías” y prédicas sobre el fin del mundo, la gran tribulación y el regreso de Cristo. Sabemos que Él viene pronto. ¡Aleluya! Pero la verdad, leer Mateo 24 no parece muy alentador:

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. 11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; 12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.

¡Más malas noticias!

Ya veo malas noticias en la tele todos los días. Y estas noticias son deprimentes. ¿Estás emocionado de saber esto? Si no fueras un creyente, ¿te motivarían a aceptar a Cristo?

  • Nos entregarán a tribulación. Nos perseguirán.
  • Nos matarán. TLA: »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten.
  • Seremos aborrecidos de todos.

Gloria a Dios, ¿verdad? “Ay de mí. Están persiguiendo los cristianos.” “Nadie me quiere.” Lo siento, pero así lo dijo Jesús. ¿Puedes soportar ese maltrato sin renunciar a Cristo?

Incluso en las iglesias habrá muchos falsos profetas que engañarán a muchos. La maldad se multiplicará. Habrá mucha tentación de negar a Cristo y volver al pecado.

Con razón, en el pasaje paralelo en Lucas 21:36, Cristo dice: Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

Más que nunca necesitamos el apoyo de nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Siempre mantén tu amor por ellos y por Cristo. Porque entre nosotros, aquí en la iglesia, Jesus dice que:

  • Muchos tropezarán y se apartarán de Cristo
  • Se entregarán unos a otros, incluso dentro de la misma familia.
  • Unos a otros se aborrecerán.
  • El amor de muchos se enfriará.

El verso 13 dice:  Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. La triste realidad es que muchos no perseverarán hasta el fin.

¿Cuánto habló Jesús sobre su regreso?

Sí, es importante estar preparado. Pero es peligroso concentrarse en Mateo 24. Sí, es cierto que las películas que la gente quiere ver son sobre el rapto, el anticristo y la tribulación. Y son los mensajes que quieren escuchar. Les encanta adivinar quién podría ser el anticristo. Pero Cristo habló muy poco de los días postreros y su regreso:

  • Nunca inició la conversación.
  • No dijo nada al respecto hasta unos días antes de su crucifixión.
  • Incluso en este capítulo 24 no nos ofrece todos los detalles de lo que sucederá, ni nos anima a involucrarnos mucho en ellos.
  • Después de su resurrección no volvió al tema; solo dijo que nosotros recibiremos el poder del Espíritu Santo y que tenemos que hacer discípulos a todas las naciones.

¡Esa es nuestra parte! ¡Predicar el evangelio! Mira el verso 14: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Yo creo que hemos pasado por alto algo muy importante en estos capítulos 24 y 25. Escucha como inicia el capítulo 24:

1Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

Es como Él quisiera decir: “No se impresionen demasiado con los edificios. Este templo es temporal.” Y no dijo nada más. No aprovechó la oportunidad para darles más detalles. Creo que es un mensaje para nosotros y nuestra afinidad por los grandes edificios. Como los discípulos, estamos impresionados con el hermoso templo de alguna iglesia, pero Cristo dice: “No quedará piedra sobre piedra.” No debería ser nuestro enfoque.

Fue solo más tarde, en el verso 3, que sigue hablando del fin, y tampoco inició esa conversación:

Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?

Marcos 13 dice que solo Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte. Esta palabra no era para todos los discípulos y menos aún para la multitud.

Engaño, la Palabra y Noé

Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.

Los discípulos quieren saber cuándo, y qué señal habrá de su venida. Pero característicamente, Cristo no responde directamente a sus preguntas. Ellos quieren todos los detalles, pero Cristo dice que hay otros que hablarán mucho sobre su regreso, y el peligro es que seremos engañados por ellos. Es un tema muy propenso a falsas doctrinas, mentiras y especulaciones. Un estudio de la historia de la iglesia lo confirma. Entonces, ¿qué es más importante?

35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.

En medio de toda clase de desastre natural, tenemos que aferrarnos a la Palabra de Dios. Esta Palabra es nuestra roca firme. Cristo nos advierte claramente de aquellos que fijan fechas para su venida. Sabemos que viene pronto. Tenemos que vivir como si fuese hoy. Pero solo el Padre sabe cuándo será.

37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

Noé escuchó la Palabra de Dios y trabajó. Preparó un arca para su familia. Fue obediente al mandato de Dios. Predicó a sus vecinos. Buscó a todos los animales.

Muchos se dedican al estudio de las señales y los detalles, pero esas cosas están en manos del Señor. ¿Qué es nuestra parte? Estar preparado, trabajar y servir al Señor:

44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. 45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

Darles de comer a su debido tiempo. Ser un siervo fiel y prudente. Ese es el enfoque de Jesucristo, pero ¿qué significa?  Ahora nos explicará lo que tenemos que hacer. El error en la interpretación de este discurso es separar el capítulo 24 del 25. Sabemos que esas divisiones no existen en el original. Cristo termina el capítulo 24 hablando sobre el lugar donde “será el lloro y el crujir de dientes”  – e inmediatamente nos da tres ejemplos de las personas que terminarán allí. Son personas inesperadas que forman parte de la iglesia.

A la luz de Mateo 24, tres consejos sobre cómo vivir ahora

Escuchen bien, mi hermano y mi hermana: En medio de toda la confusión y la impotencia que muchos sienten ante esta pandemia y la posibilidad del anticristo y la gran tribulación, Cristo tiene tres consejos muy claros sobre cómo vivir ahora. Estas son cosas que tú puedes hacer hoy. Son el enfoque del mensaje de Cristo en estos capítulos. Es tan importante que Jesús nos da tres parábolas para asegurarnos de que lo entendemos completamente. Me gustaría profundizar en cada uno de los tres, pero debido a la falta de tiempo, solo voy a dar algunos puntos principales de los primeros. Usted puede volver y estudiarlos más.

Parábola de las 10 vírgenes

1Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

Hay cinco vírgenes prudentes y cinco insensatas. Todas salen para recibir al esposo. Todas tienen la expectativa de estar con Él. Todas tienen sus lámparas. No están de fiesta. No están en el mundo. La única diferencia es que las insensatas no tomaron aceite con ellas. El esposo llegó tarde. Cabecearon todas y se durmieron. Eso no era el problema, pero la demora era tanta que todas las lámparas se apagaron. Las insensatas creen que, como buenas cristianas, las prudentes van a compartir su aceite. Pero no hay suficiente para todas, y tienen que buscar a alguien que las venda el aceite.

10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! 12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

En el ejemplo de Jesús la mitad son insensatas. Algunos de ustedes aquí son prudentes, y algunos son insensatos. Estás aquí en la iglesia, pero la verdad es que no estás preparado para entrar en las bodas de Jesucristo. Puedes creer que la preparación de tu esposa o tu mamá te ayudará ese día. Ellas tienen el aceite. Tú no lo tienes. No tienes el Espíritu Santo. Hay pecado en tu vida. No estás caminando bien. Cuando Cristo venga, tú vas a estar allí con toda tu familia, y ellos entrarán. Pero cuando llegues a la puerta, Jesús te dirá: No te conozco. Prepárate ya. Hay prisa. Cristo viene pronto.

Hay caos y muerte a nuestro alrededor. No puedes hacer mucho al respecto; está en las manos de Dios. Él te dice: Examínate a ti mismo. Prepárate. El primero de los tres enfoques para estos días es mantener nuestra relación con Cristo y la plenitud de su Espíritu. Pon aceite en tu lámpara.

Parábola de los talentos

El segundo ejemplo que Cristo nos da es la parábola de los talentos. El Dios del universo nos confía sus bienes. No es nuestro dinero; Dios nos confía ser mayordomos de sus bienes. Son tres siervos de Dios que reciben un dinero (un talento era una moneda), o un don, conforme a su capacidad: 5, 2 o 1. La primera lección aquí es que habrá diferencias entre nosotros en las habilidades, recursos y talentos que Dios nos da. No mires a otros y lo que tengan. Hay que aceptar lo que Dios tiene para ti y ser un fiel mayordomo. Cristo espera que multipliquemos ese talento. Algún día tendremos que rendir cuentas a Dios por lo que hicimos con lo que Él nos confió. Cristo no menciona todas las cosas que suceden en el mundo alrededor de estos sirvientes. No acepta la excusa de que hubo una pandemia y fueron puestos en cuarentena. Él nos da un llamado, una tarea, y nuestro deber ahora es dedicarnos a trabajar con todas nuestras fuerzas.

¿No quieren todos ustedes escuchar estas palabras? Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Todos eran siervos del Señor. Todos recibieron talentos de Él. Pero el siervo que recibió un solo talento tuvo miedo y no hizo nada con su talento. El miedo es peligroso. Muchos tienen miedo hoy. Pero ese miedo te hará infructífero. El siervo no malgastó el dinero. Devolvió al Señor lo suyo. Pero no es suficiente. Dios le llama: Siervo malo y negligente. Y luego vemos la economía del Reino de Dios: al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

Y exactamente como termina el capítulo 24, Jesus dice que será el fin de ese siervo: 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

No te preocupes tanto con las locuras de este mundo, la pandemia y la economía. ¿Cuál es el talento que Dios te ha dado? ¿Estás trabajando arduamente en ese llamado? ¿Eres un fiel mayordomo de los recursos que Dios te ha dado? ¿Cuáles frutos tienes para entregar a Jesús cuando venga?

¿Eres oveja o cabrito?

El gran final de esta enseñanza sobre la venida de Cristo es sobre el juicio de ese día. Todos queremos ver a Jesús cuando venga en su gloria. Todos los ángeles vendrán con Él. Pero el verso 31 dice: El se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

¿Eres una oveja o un cabrito? Depende de lo que estés haciendo con tu vida ahora.

34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?

Ellos no estaban haciendo estas cosas conscientemente para ser “buenos cristianos.” ¿Te diste cuenta de que no menciona que siempre estaban en la iglesia? ¿U oraban mucho? ¿O siempre diezmaron? Esas cosas son buenas, pero esas son las cosas que los judíos señalaron para justificarse: Ofrecieron todos los sacrificios. Comieron según la ley. Diezmaron. Celebraron las fiestas. Jesús no menciona que tenían todo en orden con su comprensión de los días postreros. O que estaban luchando contra la injusticia en el gobierno. Todas esas cosas pueden ser buenas. Pero Jesús está buscando algo diferente en nuestras vidas. Las ovejas simplemente andaban en amor, andaban como Cristo anduvo:

40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

¿Y por qué envía a estos cabritos al infierno?

41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.

Están en shock, sorprendidos:

44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?

Lo llaman “Señor;” seguramente, si supieran que Cristo quería estas cosas, se las ofrecerían. Siempre estaban en la iglesia. No había mucho pecado en sus vidas. Tienen todas las expectativas de heredar el reino.

45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

No nos corresponde preocuparnos por todo lo que está sucediendo en el mundo. Sabios, sí. Velando y orando, claro. Pero no puedes vivir en temor. No puedes retirarte a la casa y no hacer nada para el Señor. Ahora más que nunca tenemos que proclamar su palabra y servir a otros con el amor de Cristo. Tenemos que buscar a los más pequeños, los más humildes y más insignificantes,  y ayudarlos. Todo eso es servir a Cristo.

Dios sabe que estos son días difíciles. Quiere librarte del temor y el desánimo. ¡Hay mucho que hacer! Llena tu cántaro con el aceite del Espíritu Santo. Usa los talentos que el Señor te ha dado para el beneficio de su reino. Y está atento para los más pequeños. Ofrécelos agua o comida. Una cama. Ropa. Ministra a los enfermos. Siempre siguiendo el protocolo, pero sirviéndolos como si fuese el mismo Cristo.

La expansión de la iglesia; Hechos 11

Fueron días emocionantes y llenos de nuevas experiencias para Pedro en Cesarea. Cornelio inmediatamente empezó a compartir su nueva fe con sus tropas, y más personas aceptaron a Jesús. Pedro se quedó en la casa de gentiles por primera vez (y muy posiblemente comió alimentos no aprobados por la Ley). Pero una cosa es estar en medio de un movimiento sobrenatural de Dios y ver esa gente bautizada en el Espíritu, y otra cosa es recibir las noticias desde lejos.

Críticas

1Los apóstoles y los hermanos de toda Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Así que cuando Pedro subió a Jerusalén, los defensores de la circuncisión lo criticaron diciendo: —Entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos.

Nada ha cambiado en dos mil años. Siempre hay alguien dispuesto a criticar, y se puede imaginar los rumores:

  • “¿Qué le pasó a Pedro? Ya no guarda la ley.”
  • “¡Estaba en la casa de gentiles y alguien dijo que comió camarones!”
  • “Lo perdimos. Satanás lo engañó. Tal vez va a dejar a su esposa y se mudará a Cesarea para vivir la vida buena.”

Cuando Pedro vuelve a casa, a Jerusalén, tiene que explicar lo que aprendió. Si no lo aceptan, puede causar una división en la iglesia. Eso ha sucedido muchas veces a lo largo de la historia.

Pedro se defiende

Gracias a Dios, Pedro tiene la oportunidad de defenderse. En los peores casos, una iglesia podría simplemente sacar a un pastor que “ha caído en pecado.”

Entonces Pedro comenzó a explicarles paso a paso lo que había sucedido:

Afortunadamente, escucharon a Pedro mientras les explicó lo que había sucedido. No habla fuerte, no denuncia el prejuicio de los defensores de la circuncisión o su falta de educación, comparte pacientemente toda la historia con ellos:

—Yo estaba orando en la ciudad de Jope y tuve en éxtasis una visión. Vi que del cielo descendía algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, bajaba hasta donde yo estaba. Me fijé en lo que había en ella, y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves. Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro; mata y come”. Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo”. Por segunda vez insistió la voz del cielo: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro”. 10 Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a ser llevado al cielo.

11 »En aquel momento se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres que desde Cesarea habían sido enviados a verme. 12 El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre. 13 Él nos contó cómo en su casa se le había aparecido un ángel que le dijo: “Manda a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro. 14 Él te traerá un mensaje mediante el cual serán salvos tú y toda tu familia”.

Esa última parte no se incluyó en el capítulo anterior. Es una promesa de salvación para toda su familia a través de la palabra que Pedro traería. Es lo que sucedió también con la familia del carcelero en Filipos, y es el deseo del Señor: Cuando la cabeza de casa, el padre y el esposo, recibe a Cristo, toda la familia lo sigue y se salva.

15 »Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros. 16 Entonces recordé lo que había dicho el Señor: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. 17 Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios?»

Pedro no presenta un caso bíblico para la inclusión de los gentiles ni resuelve la cuestión de cuales alimentos son permitidos para creyentes. Es la promesa del bautismo con el Espíritu Santo que para él fue la confirmación de la validez de lo que Dios hizo.

18 Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo: —¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!

Claro que el Espíritu estaba trabajando en los corazones de esos creyentes; abandonaron fácilmente sus críticas y alabaron a Dios. Es un paso gigante: la iglesia no solo sería una secta dentro del judaísmo, sino otra religión que acoge a todos.

Estado de la iglesia

Este es el cierre de esa porción que empezó con el problema de las viudas de habla griego y su resolución con la selección de los diáconos, la muerte de Esteban y el paso radical de la inclusión de los gentiles en la iglesia. Incluye a Felipe en Samaria y evangelizando el eunuco etíope, la conversión de Saulo y la experiencia de Pedro con Cornelio. Ahora, característicamente para Lucas, nos da un retrato de la iglesia en este punto.

19 Los que se habían dispersado a causa de la persecución que se desató por el caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin anunciar a nadie el mensaje excepto a los judíos. 20 Sin embargo, había entre ellos algunas personas de Chipre y de Cirene que, al llegar a Antioquía, comenzaron a hablarles también a los de habla griega, anunciándoles las buenas nuevas acerca del Señor Jesús. 21 El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número creyó y se convirtió al Señor.

Otras ciudades también recibieron el evangelio, y un gran número creyó. Pero estos hermanos no estaban listos para evangelizar a los gentiles; anunciaron el mensaje solo a los judíos. Fue en Antioquía donde se abrió una puerta para incluir también a los de habla griega. Era una ciudad hermosa de unos medio millón de habitantes, incluidos chinos, indios y persas. Fue la capital de la provincia romana de Siria, y una ciudad muy cosmopolita. Fue gente de Chipre y Cirene quien llevó el evangelio a los de habla griega en Antioquía. Continuaron como siempre evangelizando al pueblo de habla aramea, pero también a los judíos y griegos de habla griega. Aunque Jerusalén era la iglesia madre, ya estaban perdiendo un poco de su influencia, con sus lazos con el templo y la religión judía.

22 La noticia de estos sucesos llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén, y mandaron a Bernabé a Antioquía. 23 Cuando él llegó y vio las evidencias de la gracia de Dios, se alegró y animó a todos a hacerse el firme propósito de permanecer fieles al Señor, 24 pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Un gran número de personas aceptó al Señor.

Bernabé también era de Chipre, aunque moraba en Jerusalén. Tal como enviaron a Pedro y a Juan a confirmar que todo se hizo bien en Samaria, Bernabé fue una elección lógica para ir a Antioquía y poner todo en orden. Él ya estaba funcionando como apóstol. Hemos visto el gran corazón de este varón en la donación de su terreno y su apoya a Saulo. Aquí Lucas afirma eso, diciendo que era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe. Él vio mucha evidencia de la gracia de Dios en Antioquía y animó a los hermanos. Parece que se quedó allí un rato y evangelizó más, con una buena cosecha.

25 Después partió Bernabé para Tarso en busca de Saulo, 26 y, cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Durante todo un año se reunieron los dos con la iglesia y enseñaron a mucha gente. Fue en Antioquía donde a los discípulos se les llamó «cristianos» por primera vez.

Que buen ejemplo de buscar un hermano menor en la fe y llevarlo a trabajar juntos. Fue una verdadera obra apostólica, enseñando a “mucha gente” durante un año. De ese ministerio surgió el nombre “cristiano” para los creyentes, porque Cristo era claramente el centro de su fe.

27 Por aquel tiempo unos profetas bajaron de Jerusalén a Antioquía. 28 Uno de ellos, llamado Ágabo, se puso de pie y predijo por medio del Espíritu que iba a haber una gran hambre en todo el mundo, lo cual sucedió durante el reinado de Claudio. 29 Entonces decidieron que cada uno de los discípulos, según los recursos de cada cual, enviaría ayuda a los hermanos que vivían en Judea. 30 Así lo hicieron, mandando su ofrenda a los ancianos por medio de Bernabé y de Saulo.

Otra parte del intercambio entre las iglesias era el ministerio de profetas. No tenemos los nombres de la mayoría de ellos y no sabemos mucho sobre su ministerio, pero ellos también hicieron visitas a las iglesias en distintas partes del mundo. Cuando Ágabo profetizo una gran hambre, los discípulos tomaron la decisión de enviar ayuda a los hermanos en Judea, una provincia más pobre. Fue la primera de muchas ofrendas que Saulo, esta vez con Bernabé, recogió para ayudar a otras iglesias. Fue la segunda visita de Pablo a Jerusalén, tal vez la que él describe en Gálatas 2:1-10. No fueron obligados a dar, fue una decisión de los discípulos, y fue según lo que cada uno podía dar. Algunos creen que Lucas estaba entre los conversos en Antioquia; allí empezó su gran amistad con Pablo.

En estos capítulos hemos observado una gran expansión del ministerio de la iglesia y un crecimiento continuo. Ahora tiene diáconos, apóstoles y profetas que visitan a los discípulos cada vez más lejos de Jerusalén. Pero como siempre, hay oposición del enemigo.

Más que vencedores: Romanos 8:18-39

Estamos viviendo un momento muy complicado: Covid 19, problemas en el gobierno, la economía colapsada. Es obvio que hay algo mal. El cristiano no niega que haya problemas. No vivimos en una burbuja; también experimentamos enfermedades y desempleo. Muchos sufren de escasez. Tienen dudas (y deudas). El estrés está afectando a los matrimonios y las familias. El futuro es incierto, y esta situación puede durar años. Muchos dicen que el mundo se ha cambiado para siempre. Dios tiene un plan para un reino de paz y justicia libre de todo sufrimiento cuando Cristo venga otra vez. Pero ahora estamos en un tiempo difícil, de espera.

Este mensaje se llama “Más que vencedores.” ¿Eres un vencedor? La verdad es que hay muchos cristianos derrotados, pero Dios te promete que vencerás. Estoy feliz con vencer, pero la Palabra dice que eres “más que vencedor.” ¿Qué significa? Vamos a ver cuatro cosas poderosas que te permiten vencer el temor, la ansiedad, la soledad y la depresión, y ser más que vencedor. Primero es la esperanza.

18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Hay mucho sufrimiento en el tiempo presente. Lamentablemente, es parte de esta vida, pero no debería ser así. El problema empezó con la rebelión de Adán y Eva. Ahora todos vamos a morir. Vamos a perder muchos seres queridos, y muchos vamos a sufrir enfermedades crueles como el cáncer. Pero hay una gloria venidera más allá de lo que podemos pensar o imaginar. Esa es nuestra esperanza.

Pablo escribió en el capítulo 5 del mismo Romanos, los versículos 2-5: nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.

¿Cómo es tu esperanza? Muchos han perdido la esperanza. La realidad es que cuesta tener esperanza en este ambiente. Cuesta tener esperanza cuando pierdes tu trabajo, tu casa y posiblemente tu familia. Cuesta cuando te encuentras en cuidados intensivos, muriendo de Covid-19. Si te enfocas en tus circunstancias y lo que está sucediendo en el mundo, perderás la esperanza. Si siempre ves las noticias, vas a caer en una depresión. Pero hay buenas noticias en medio de estas aflicciones. Pablo escribió en 2 Corintios 4:17: Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento.

En la infinita sabiduría de Dios, Él usa el sufrimiento para producir una gloria eterna en ti. No solo morarás en la gloria del cielo y la presencia de Dios, la gloria se manifestará en ti. Tendrás un cuerpo glorificado. Ni siquiera el apóstol Juan, quien vio a Jesús en el Monte de la Transfiguración, sabía exactamente lo que sería. Escribió en 1 Juan 3:2: Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.

Sería suficiente ver a Jesús, pero tú eres un hijo de Dios, y serás semejante a Él. ¡Serás más que vencedor! ¿No es suficiente para darte esperanza? ¿Para soportar el sufrimiento actual?

19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.

Vemos la contaminación y la destrucción de nuestro medio ambiente. Muchas especies de animales han desaparecido. La creación, la naturaleza, es esclava de corrupción. Dios nos encargó la mayordomía de la creación, y hemos fracasado. Debido a nuestro pecado, Dios maldijo la tierra y perdimos el hermoso jardín de Edén. Ahora la tierra produce espinos y cardos. Dios mató animales para vestir a Adán y Eva.

Pero la creación se queda con una esperanza: La manifestación de los hijos de Dios. ¿Escuchaste eso? ¿Puedes comprender lo que significa? ¡Tú eres un hijo de Dios! No se ha manifestado en su totalidad, pero ya tenemos las primicias. Tenemos el sello de nuestra adopción. Toda atadura, toda opresión, desaparecerá. ¡Habrá gloriosa libertad! Es algo tan impresionante que la creación misma anhela ese día porque sabe que el abuso se acabará y recibirá la atención que merece. El Antiguo Testamento describe con gran detalle la belleza de la creación en el futuro: Hermosas flores, arboles grandes y fructíferos y todo tipo de animales.

22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; 23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

Muchas de ustedes, hermanas, conocen los dolores de parto. Duran hasta varias horas. La creación lleva miles de años con esos dolores de parto. La verdad es que todos estamos en un tipo de embarazo. Algo se está formando en nosotros, sabemos que hay nueva vida, pero no hemos dado a luz. La mujer soporta el dolor, las náuseas y todos los inconvenientes, porque sabe que nacerá un alma eterna.

Mientras tanto, todos gemimos. Sabemos que hay más, porque tenemos las primicias del Espíritu. Anhelamos estar libres del dolor, enfermedad y depresión, con cuerpos redimidos. Tenemos la garantía de nuestra adopción, pero aún no vivimos en el palacio del Rey, de Papá Dios. Pablo escribió en 2 Corintios 5:2-5 que estamos desnudos: Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.

La creación gime a una. Nosotros gemimos. Estamos en este difícil tiempo de espera. ¿Conoces esos gemidos? ¡Es bueno expresarlos! Respira profundo ahora, y deja ese gemido expresarse. Hemos estado tan cómodos, tan metidos con nuestras computadoras, teléfonos, rica comida y tantas cosas del mundo que casi hemos olvidado que esta es una vida dura. Hemos perdido una visión del cielo y ya no gemimos. Ahora podemos llorar y gemir. Está bien. No es una falta de fe.

24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Muchos quieren todo ahora: Dinero, placer y salud. Hasta que casi no hay lugar para la esperanza. ¡Queremos verlo todo! Y si no lo vemos, no tiene mucho valor para nosotros. ¡Pero fue en esperanza que fuiste salvo! No para experimentar y tener todo ahora, sino para tener una esperanza para el futuro basada en  la resurrección de Jesucristo y las primicias del Espíritu. Dios quiere restaurar la esperanza en tu vida. Esa esperanza te da paciencia para aguardar lo que Dios tiene preparado para ti.

Mientras tanto, Dios nos ha dado alguien para ayudarnos. Pablo ya habló de las primicias del Espíritu; es la segunda provisión para hacerte más que vencedor.

26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

Allí está de nuevo: Gemidos. Hay muchas cosas que no podemos expresar en español. Cosas profundas. A veces no hay palabras para el dolor que sentimos, pero el Espíritu lo sabe. ¿Sientes a veces que no sabes cómo orar? ¿Qué pedir? ¡Dios sabe! Él sabe que somos débiles en la oración, pero tiene esta provisión maravillosa para ti.

El Espíritu escudriña tu corazón. Analiza todo el dolor, los anhelos y la alegría; todo lo que haya en tu corazón, y entonces Él intercede perfectamente por ti. Siempre es conforme a la voluntad de Dios. Dale al Espíritu la oportunidad de gemir. Dios también nos da un lenguaje angélico, lenguas, que el Espíritu expresa a través de nuestras bocas. Recibe ese don de Dios y deja que esas lenguas fluyan. Tener esta comunión íntima con el Dios del universo es una maravilla.

Entonces, Dios quiere avivar tu esperanza, quiere que permitas al Espíritu gemir y orar en lenguas para interceder perfectamente por ti. La tercera cosa es la profunda certeza de que Dios es por ti.

28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Esta traducción de la Reina Valera no es buena; las cosas no te ayudan a bien, es Dios quien te ayuda. Como dice la NVI: Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.

Esta promesa no se aplica a todos. La primera parte es de Dios. Él tiene un propósito para tu vida, y te llama de acuerdo con ese propósito. Te llama a seguir a Jesus. Tienes que responder a su llamado para experimentar el beneficio de la promesa.

Si nunca respondiste al llamado de Dios, tú puedes en este momento. No es por casualidad que lees este mensaje. Dios está llamándote. Él tiene un hermoso plan para tu vida. Si lo rechazas, vas a sufrir mucho. Si respondes a Él ahora, Él toma el control del caos de tu vida y empieza a trabajar por tu bien en todos esos problemas.

Tu parte es amar a Dios. ¿Amas a Dios? Es más que decir “te amo” y cantar alabanzas sobre nuestro amor por Dios. Jesús dijo que el que lo ama, lo obedece. Con esas condiciones, Dios trabaja con todo su poder y sabiduría para que todo lo que sucede en tu vida te ayude a bien. No significa que todo sea bueno, pero Él puede redimir incluso las cosas más feas. Él tiene un papel muy activo en tu vida. ¿Por qué? ¡Porque tiene un propósito para ti en su reino, te ha adoptado como su hijo o hija, pagó el precio por tu salvación con la sangre de su Hijo y te ama!

¿Cuál es la prueba más difícil en tu vida en este momento? Podemos soltar el poder de Dios para trabajar en medio de ese problema para que te ayude a bien. Confiésalo: Gracias Dios, que tú me llamaste de acuerdo con tu propósito. Yo te amo. Yo te entrego estas pruebas. Tu palabra dice que tú trabajarás en ellas para mi bien. Yo creo tu palabra y te doy gracias por lo que harás. En el nombre de Jesús, amén.

29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

Estos versos son muy importantes. Son el corazón del evangelio. Para algunos son controvertidos, pero esta es la Palabra de Dios; no es la mía. Deben traer mucho consuelo a nuestros corazones, porque dicen que todo depende de Dios.

  • Él te conoció antes – antes de que nacieras, antes de aceptar a Cristo.
  • Te llamó – por medio de la Biblia, un pastor, un amigo. Cuando estabas perdido en tu pecado, Él tomó la iniciativa para llamarte a seguir a Jesus.
  • Había un problema: Tu justicia es como trapos de inmundicia. Para ser su hijo, tienes que ser limpio y libre del pecado. ¿La solución? Dios te reviste con la justicia de Jesucristo. Te justifica, te declara no culpable y borra todo tu pecado – es como si nunca hubieras pecado.
  • Dios tiene un destino para ti. Ya determinó hacerte conforme a la imagen de Jesus, como el barro en las manos del alfarero. Ese es un proceso a veces doloroso, donde Él trabaja a través de todas las cosas de tu vida para formarte, incluso estas aflicciones ahora. ¡Te ha elevado al estatus de hermano de su Hijo! Somos parte de una familia gloriosa.
  • Y, el último paso, Él ha determinado que después de todo ese trabajo, Él te glorificara.

¡Estamos en manos de Dios! ¡Él tiene el control! ¡Nos da mucha seguridad! Si sigues creyendo en Dios y siguiendo a Jesús, está garantizado.

31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

¿Qué más podemos decir? ¡Dios es por ti! ¿Te parece que hay muchas personas y muchas cosas en tu contra ahora? ¿Tu conyugue? ¿Tu jefe? ¿Tu carne? ¿Cómo se comparan con Dios? ¡No hay comparación!

Incluso hay muchos cristianos que visualizan a Dios como un juez severo, listo para castigarlos. Sienten que Dios está en contra de ellos. Es mentira. Si eres un hijo adoptado de Dios, ¡Él es por ti! ¿Cómo lo sabemos? ¿Son meras palabras? ¡No!

32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

Dios ya ha dado el máximo. Padre, ¿puedes imaginar entregando tu hijo para ayudar a alguien que te odia? ¡Dios lo hizo! ¡Él te ama tanto! Si no escatimó a su hijo, seguramente nada te lo va a retener. Dios es un dador. Le encanta derramar sus bendiciones sobre nosotros y contestar nuestras oraciones. Pero también es un Padre sabio, y no nos da más de lo que podemos manejar.

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

¿Hay gente que te acusa? ¿Quién te condena? ¿El diablo? Dios te defenderá de todos tus acusadores. Él ya ha dicho que eres un santo, su hijo adoptivo. Como todo padre, Él reprende a esos acusadores. Y tienes un abogado, el Hijo de Dios a la diestra del Padre, que está intercediendo por ti en este momento.

Es una combinación poderosa: El Espíritu dentro de ti intercede por ti, y Cristo a la diestra del Padre, tu sumo sacerdote, intercede por ti, 24/7.

Dios es por ti. Nada puede separarte de su amor. Ese es el cuarto punto. Todos anhelamos el amor. Lo más duro es perder el amor de un conyugue o alguien importante en tu vida. Vendrán muchas cosas en contra, pero nada puede separarte del amor de Dios.

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

Pablo experimentó todas esas cosas. Son parte de esta vida. Nosotros no estamos exentos de esas aflicciones como cristianos. De hecho, ya sabemos que vamos a sufrir en esta vida:

36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.

Con el fundamento de todo lo que ya hemos visto en esta porción, tenemos una fe firme que vamos a vencer en todo.

37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Todas estas cosas que Pablo menciona son externas. Cuando estamos establecidos en el amor de Dios no pueden tocarnos. En esta mañana Dios quiere confirmar como nunca antes su gran amor por ti.

Tenemos que luchar contra el desánimo, la depresión, y la desesperación. Todos en este mundo te dejarán decepcionado en algún momento, pero Dios quiere darte esperanza nueva esta mañana. Medita en estas cuatro cosas. ¡Dios te ha hecho más que vencedor!

Pedro en la casa de Cornelio; Hechos 10:23-48

23Al día siguiente, Pedro se fue con ellos acompañado de algunos creyentes de Jope. 24 Un día después llegó a Cesarea. Cornelio estaba esperándolo con los parientes y amigos íntimos que había reunido. 

No parece un viaje tan largo, pero ya es el cuarto día después de la visión que Cornelio recibió. Pedro permitió que esos gentiles pasaran la noche en la casa en Jope, y ahora se van juntos para Cesarea. ¡Que interesante saber de qué estaban hablando en el camino!

Cornelio tenía una gran fe en que Pedro vendría, y parece que tenía alguna idea de cuándo. La visión lo había impresionado mucho, y ha reunido a sus parientes y amigos cercanos. ¡Qué triste sería si Pedro ignorara la voz del Espíritu y se negara a ir a la casa de un gentil! ¡Qué triste cuando Dios prepara el corazón de alguien que sinceramente busca a Dios, y debido a nuestra desobediencia, nadie viene a compartirle el evangelio!

Pedro llega a la casa de Cornelio

25 Al llegar Pedro a la casa, Cornelio salió a recibirlo y, postrándose delante de él, le rindió homenaje (lo adoró, RVR). 26 Pero Pedro hizo que se levantara, y le dijo: —Ponte de pie, que solo soy un hombre como tú.

Pedro está acostumbrado a los elogios de la gente; incluso ellos buscaban que su sombra cayera sobre ellos para recibir una curación. Puede ser tentador recibir la adoración de un centurión, pero Pedro ya sabe algo importante: todos somos iguales ante Dios. Nunca se debe rendir homenaje a otro hombre. Pedro está a punto de abandonar el prejuicio contra los gentiles que le inculcaron desde la infancia como judío.

Nunca debemos recibir la adoración de las personas a las que ministramos. Tal vez no se postran ante nosotros, pero hay pastores, apóstoles y otros ministros que permiten o incluso animan esta elevación encima de la gente común de la iglesia.

27 Pedro entró en la casa conversando con él, y encontró a muchos reunidos. 28 Entonces les habló así: —Ustedes saben muy bien que nuestra ley prohíbe que un judío se junte con un extranjero o lo visite. Pero Dios me ha hecho ver que a nadie debo llamar impuro o inmundo. 29 Por eso, cuando mandaron por mí, vine sin poner ninguna objeción. Ahora permítanme preguntarles: ¿para qué me hicieron venir?

Me parece un poquito raro que Pedro no pudiera discernir por el Espíritu qué hacer, para compartir el amor de Dios y las buenas noticias de salvación. Dado el respeto y honor con que Cornelio lo recibe, la respuesta del apóstol puede parecer muy brusca. Es casi como dice: “Esta es primera vez que entro en la casa de un gentil. Solo por una revelación de Dios me encuentro acá. Pero no entiendo por qué me hicieron venir en este largo viaje.”

30 Cornelio contestó: —Hace cuatro días a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo en casa orando. De repente apareció delante de mí un hombre vestido con ropa brillante, 31 y me dijo: “Cornelio, Dios ha oído tu oración y se ha acordado de tus obras de beneficencia. 32 Por lo tanto, envía a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, junto al mar”. 33 Así que inmediatamente mandé a llamarte, y tú has tenido la bondad de venir. Ahora estamos todos aquí, en la presencia de Dios, para escuchar todo lo que el Señor te ha encomendado que nos digas.

Otra vez se nota el buen corazón del hombre. Está muy agradecido de que Pedro haya venido. Él sabe (¡tal vez mejor que Pedro!) que están en la presencia de Dios. Está confiado de que Dios ha dado un mensaje importante a Pedro para compartir con ellos.

Pedro predica

34 Pedro tomó la palabra, y dijo: —Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, 35 sino que en toda nación él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia. 36 Dios envió su mensaje al pueblo de Israel, anunciando las buenas nuevas de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. 37 Ustedes conocen este mensaje que se difundió por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan. 38 Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 39 Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Lo mataron, colgándolo de un madero, 40 pero Dios lo resucitó al tercer día y dispuso que se apareciera, 41 no a todo el pueblo, sino a nosotros, testigos previamente escogidos por Dios, que comimos y bebimos con él después de su resurrección. 42 Él nos mandó a predicar al pueblo y a dar solemne testimonio de que ha sido nombrado por Dios como juez de vivos y muertos. 43 De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados.

Tal como las otras prédicas de Pedro, este es un mensaje muy corto. Se tarda unos dos minutos en proclamarlo (aunque algunos eruditos dicen que es solo un resumen de su mensaje). No es necesario mucho tiempo predicar para comunicar el evangelio. En ese período Pedro comunica unas cosas muy importantes. Seguramente no lo había preparado de antemano, pero Dios le dio las palabras:

  • Introducción: Lo que Dios le reveló a Pedro
    • No hay favoritismo con Dios
    • No importa la nación, Dios ve con agrado a:
      • Los que le temen
      • Los que actúan con justicia
    • Cornelio es una de esas personas
  • Lo que Dios inició con el pueblo de Israel: Buenas nuevas de paz por medio de Jesucristo
    • El camino del evangelio
      • Comenzó con el bautismo que predicó Juan
      • El ministerio de Jesús se originó en Galilea, en Nazaret
      • Se difundió por toda Judea
      • Pedro sabe que las buenas nuevas ya han llegado a Cesarea
    • Quien es Jesús
      • Dios lo ungió con el Espíritu Santo y con poder
      • Anduvo haciendo el bien
      • Sanó a todos los que fueron oprimidos por el diablo
      • Dios estaba con Él
      • Los judíos lo mataron, colgándolo de un madero
      • Dios lo resucitó al tercer día
      • Es el juez de los vivos y los muertos
    • La parte de los apóstoles
      • Son testigos de todo lo que hizo; no hay duda que Jesús resucitó físicamente
      • Eran previamente escogidos por Dios
      • Comieron y bebieron con Él después de su resurrección
      • Jesús los mandó predicar al pueblo
      • Tienen que dar testimonio de que Jesús ha sido nombrado por Dios como juez
    • No solo los apóstoles, sino todos los profetas dan testimonio de su salvación
      • Es para todos los que creen en Él
      • Es por medio de su nombre
      • Reciben el perdón de los pecados

El Espíritu cae sobre los gentiles

44 Mientras Pedro estaba todavía hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje. 

Posiblemente Pedro estaba al punto de dar una invitación, pero no fue necesario. Los corazones estaban tan abiertos y recibieron la palabra con tanta fe que el Espíritu soberanamente descendió sobre todos.

45 Los defensores de la circuncisión que habían llegado con Pedro se quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los gentiles, 

Pedro ya recibió la revelación de la inclusión de los gentiles, pero fue acompañado por otros judíos de Jope que probablemente estaban muy incómodos en la casa de gentiles. Lucas los llama “los defensores de la circuncisión” y, como la mayoría de los judíos, no podían creer que Dios puede bendecir a alguien incircunciso. Cuando entraron a esa casa, no tenían ninguna expectativa de que Cornelio y los demás pudieran encontrar la salvación, y mucho menos recibir el don el Espíritu Santo. Pero Dios dio la confirmación:

46 pues los oían hablar en lenguas y alabar a Dios.

Hablar en lenguas solo sería posible para alguien bautizado en el Espíritu, lo que Pedro y sus compañeros ya habían recibido. Me imagino algo parecido a Pentecostés en esa casa, con mucho gozo y alabanzas.

Entonces Pedro respondió: 47 —¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?— 48 Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara con ellos algunos días.

Otra vez vemos la importancia del bautismo en agua. El primer instinto de Pedro es que si ya tienen el bautismo en el Espíritu, también deben ser bautizados en agua. No existe un modelo único para recibir esos bautismos. Aquí, como en Pentecostés, fue un don soberano de Dios, probablemente necesario para convencer a Pedro y a sus compañeros que realmente fueron salvos.

Lo maravilloso en esta historia es el amor de Dios por alguien sincero y las medidas extraordinarias que el Señor puede usar para traer la salvación a esa persona. Pedro ahora es su “padre espiritual,” y por supuesto quieren que se quede con ellos unos días. Cuando andamos como Jesús anduvo, no tenemos que preparar una agenda. Dios nos manda a donde quiere, y la gente nos recibe y nos hospeda. Tal como el cojo que no soltó a Pedro y Juan, esta gente está muy agradecida con Pedro. Y ha sido una lección inolvidable para Pedro: Por primera vez tiene un centurión romano para hermano.

¿Estás disponible a Dios? ¿Estás abierto a confrontar algunos conceptos comunes entre cristianos que no necesariamente son bíblicos?

El primer viaje misionero de Pedro; Hechos 9:32-10:23

Si alguien realmente busca a Dios y quiere saber la verdad, el Señor puede usar medidas extraordinarias para revelarse y llevarlo a la salvación. Hoy hay muchos testimonios, sobre todo entre musulmanes, a menudo de que Cristo se les aparece en sueños. Ya hemos visto dos ejemplos en Hechos:

  • Con el eunuco, envió a Felipe a un viaje largo por el desierto, solo para presentarle a Jesús, ¡e incluso le proporcionó el agua para bautizarlo!
  • Con Saulo fue una revelación del Cristo viviente y una interrupción completa de su vida. Ananías fue el discípulo que Dios usó para ministrar a Saulo.

Dios está preparando todo para la inclusión de los gentiles en la iglesia. Ya tiene su apóstol/misionero (Saulo/Pablo), pero tiene que cambiar la mente de Pedro, el líder de los apóstoles. Pedro era un hombre terco, y requiere una revelación casi tan dramática como la conversión de Saulo, una visión que le permite viajar a la casa de un hombre gentil. Pero primero, tendrá la oportunidad de sanar a un paralitico y resucitar a una mujer muerta.

Pedro sana a un paralitico en Lida

Jesús siempre estaba en movimiento: recorría toda la región de Judea y Galilea e incluso las regiones contiguas. Así es la obra de un apóstol. A diferencia de lo que casi siempre hemos visto en Hechos, Pedro viajó solo aquí. Una simple visita a la iglesia en Lida resulta en una curación que sirve como la chispa para una explosión en el crecimiento de la iglesia:

32 Pedro, que estaba recorriendo toda la región, fue también a visitar a los santos que vivían en Lida. 33 Allí encontró a un paralítico llamado Eneas, que llevaba ocho años en cama. 34 «Eneas —le dijo Pedro—, Jesucristo te sana. Levántate y tiende tu cama». Y al instante se levantó. 35 Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y se convirtieron al Señor.

Si estamos buscando una fórmula para ministrar curaciones, no hay ninguna. Con el paralitico en Hechos 3, Pedro dijo “En el nombre de Jesús;” aquí dice “Jesucristo te sana.” Es lo misma; en ambos está claro que es Jesús quien sana. Pedro dice “levántate” a los dos, pero aquí no tiene que extender su mano. Simplemente le manda que se levante, y, curiosamente, agrega que debe tender su cama, tal vez para confirmar que ya no siempre tiene que estar en esa cama. Aquí otra vez la curación es instantánea, aunque no es siempre así.

Aparentemente Eneas salió de la casa, anunciando a todos que Jesús lo sanó. En estos pueblos pequeños las noticias se difunden rápidamente; resulta que “todos” que vivían en esas aldeas lo vieron y creyeron en Jesús. Otra vez vemos como un milagro llama la atención de un pueblo y, por supuesto, quieren conocer a este hacedor de milagros. La que empezó como una simple visita a los santos (bíblicamente todos nosotros los creyentes somos santos) da como resultado una expansión impresionante de la iglesia. El milagro confirmó la palabra que esos santos ya estaban compartiendo.

Dorcas levantada de los muertos

36 Había en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido es Dorcas). Esta se esmeraba en hacer buenas obras y en ayudar a los pobres. 37 Sucedió que en esos días cayó enferma y murió. Pusieron el cadáver, después de lavarlo, en un cuarto de la planta alta. 38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al enterarse de que Pedro se encontraba en Lida, enviaron a dos hombres a rogarle: «¡Por favor, venga usted a Jope en seguida!»

Mientras Pedro se quedó un rato en Lida, la noticia del milagro llegó a Jope, una aldea vecina, a unos 18 km (11 millas) de distancia. Parece que Pedro no había visitado Jope, aunque ya había una iglesia allí. Dorcas, una de las hermanas mayores de la iglesia y viuda, era conocida por sus buenas obras y por ayudar a los pobres. Aunque estaba claramente muerta, la reputación de Pedro era tal que creían que él aún podía resucitarla. Nos recuerda a Jesús y Lázaro (Juan 11). En ese caso Jesús esperó unos días para ir a Lázaro, pero Pedro se fue de inmediato.

39 Sin demora, Pedro se fue con ellos, y cuando llegó lo llevaron al cuarto de arriba. Todas las viudas se presentaron, llorando y mostrándole las túnicas y otros vestidos que Dorcas había hecho cuando aún estaba con ellas. 40 Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo: «Tabita, levántate». Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. 41 Él, tomándola de la mano, la levantó. Luego llamó a los creyentes y a las viudas, a quienes la presentó viva. 

Este es el primer registro de una resurrección por un apóstol. Primero, Pedro hizo que todos salieran del cuarto, como Jesús lo hizo con la resurrección de la hija de Jairo (Marcos 5:40). Pedro quiere prepararse y centrarse en oración, y probablemente en ese tiempo de comunión con su Maestro recibió una confirmación de que Él quería resucitarla. Aquí Pedro no menciona el nombre de Jesús, a diferencia de las dos curaciones anteriores; posiblemente en esos casos lo dijo en beneficio de los demás. Aquí Pedro simplemente le manda: Levántate. Como hizo con el cojo en el capítulo tres, la toma de la mano y la levanta. ¡Que emoción cuando la presenta viva a los creyentes y a las viudas!

42 La noticia se difundió por todo Jope, y muchos creyeron en el Señor. 43 Pedro se quedó en Jope un buen tiempo, en casa de un tal Simón, que era curtidor.

Así se acabó su ministerio en Lida; ahora tiene muchos nuevos creyentes para discipular en Jope, el resultado del testimonio de Dorcas.

Un ángel visita a un centurión romano

1Vivía en Cesarea un centurión llamado Cornelio, del regimiento conocido como el Italiano. Él y toda su familia eran devotos y temerosos de Dios. Realizaba muchas obras de beneficencia para el pueblo de Israel y oraba a Dios constantemente. 

Jesús reconoció la gran fe de un centurión que resultó en la curación de su siervo (Mateo 8:5-13), pero este es el primer romano mencionado en Hechos. Es un varón de oración, temeroso de Dios y un hombre de familia. El daba generosamente al pueblo de Israel y toda su familia era devota. Dios quiere bendecirlo, ¿pero cómo? Cuando Dios quiere hacer algo, Él busca a alguien disponible y lo arregla todo.

Un día, como a las tres de la tarde, tuvo una visión. Vio claramente a un ángel de Dios que se le acercaba y le decía: —¡Cornelio!

Ya sabemos que las tres de la tarde es la hora de oración para los judíos. Probablemente él estaba orando y en una actitud para recibir del Señor. Me fascina cuando alguien me dice: “Yo quiero oír de Dios,” pero siempre tiene la televisión, el internet o los audífonos de su celular saturando sus ojos, oídos y mente. Para recibir una visión es importante estar en un lugar apropiado (o, como Saulo, ser echado al suelo por el impacto de la luz brillante de la presencia de Dios).

Es impresionante recordar que Dios sabe tu nombre. Te llama por nombre y te conoce por completo.

—¿Qué quieres, Señor? —le preguntó Cornelio, mirándolo fijamente y con mucho miedo.

Se nota otra vez el corazón recto de Cornelio. Claro que tenía mucho miedo. En la Biblia es normal tener miedo cuando el Señor o su ángel aparecen. Las historias hoy de gente que conversan con ángeles sin temor no me parecen muy auténticas. A pesar de su temor, lo mira fijamente. Sabe que es enviado del Señor, y su primer instinto es ponerse disponible: “¿Qué quieres, Señor?” No le pide nada al ángel, solo quiere hacer la voluntad de Dios.

—Dios ha recibido tus oraciones y tus obras de beneficencia como una ofrenda —le contestó el ángel— Envía de inmediato a algunos hombres a Jope para que hagan venir a un tal Simón, apodado Pedro. Él se hospeda con Simón el curtidor, que tiene su casa junto al mar.

Primero, el ángel alivia su temor. Dios ha recibido como una ofrenda sus oraciones y lo que ha hecho para ayudar a los necesitados, y está complacido con Cornelio. Casi siempre pensamos en las ofrendas como dinero, pero tus oraciones y buenas obras pueden ser una ofrenda a Dios. Está claro que Dios tiene algo positivo para Cornelio, pero no le dice qué sería. Solo le da instrucciones muy precisas de qué debería hacer, y hay una urgencia: tiene que enviar a algunos hombres de inmediato. Dios sabe tu nombre, y Él sabe dónde vives y donde estás en este momento.

El ángel puede predicarle a Jesús, pero Dios casi siempre nos usa a nosotros para evangelizar, y la educación de Pedro fue tan importante como la conversión de Cornelio.

Después de que se fue el ángel que le había hablado, Cornelio llamó a dos de sus siervos y a un soldado devoto de los que le servían regularmente. Les explicó todo lo que había sucedido y los envió a Jope.

No lo dijo, pero ahora nos enteramos de que Cornelio es obediente también. Sin preguntar nada más (a diferencia de Moisés, María y muchos otros en la Biblia que recibieron una palabra de Dios), envía a tres hombres confiables a Jope, directamente al sur a unos 63 km (39 millas). Las dos ciudades estaban en la costa del mar Mediterráneo (Jope hoy es un suburbio de Tel Aviv).

Cornelio ha hecho su parte. Sus sirvientes ya están camino a Jope. Ahora Dios necesita la cooperación de Pedro. Él confía en Pedro, tal como confió en Felipe y Ananías para el ministerio importante para el eunuco y Saulo.

Pedro, hambriento, ora y le sobreviene un éxtasis

Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar. Era casi el mediodía. 

No era la hora de oración, pero fue cuando Pedro apartó un tiempo para orar que Dios pudo hablarle. Desde la azotea podía ver el mar y comunicarse con su Señor.

10 Tuvo hambre y quiso algo de comer. Mientras se lo preparaban, le sobrevino un éxtasis. 

Pedro solo sabía que tuvo hambre y tuvo que esperar mientras le preparaban la comida. Pero allí, en presencia del Señor, le sobrevino un éxtasis, una visión muy impresionante. ¿Por qué no lo envió un ángel? Tal vez para poder ver, casi como una película, el mensaje que Dios tiene para él.

11 Vio el cielo abierto y algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, descendía hacia la tierra. 12 En ella había toda clase de cuadrúpedos, como también reptiles y aves.

13 —Levántate, Pedro; mata y come —le dijo una voz.

14 —¡De ninguna manera, Señor! —replicó Pedro—. Jamás he comido nada impuro o inmundo.

¿Podría ser una prueba? Parece que reconoció la voz; Pedro lo llama “Señor.” Pedro conocía a Jesús íntimamente. ¿Por qué no simplemente le habló el Señor? ¿Por qué el misterio? No lo entendemos, pero muchas veces Dios nos habla así. La voz le manda que viole una ley que se ha guardado toda la vida.

15 Por segunda vez le insistió la voz: —Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro.

16 Esto sucedió tres veces, y en seguida la sábana fue recogida al cielo.

Dios no le reprende ni le explica el mensaje, aunque está claro: Los animales que no podían comerse bajo la Ley, los animales impuros, se han purificado, y Pedro puede comerlos. Esto sería un cambio radical en la interpretación de la Ley y como se aplica al cristiano.

17 Pedro no atinaba a explicarse cuál podría ser el significado de la visión. Mientras tanto, los hombres enviados por Cornelio, que estaban preguntando por la casa de Simón, se presentaron a la puerta. 18 Llamando, averiguaron si allí se hospedaba Simón, apodado Pedro.

¿Te ha pasado a ti? Puedes estar meditando en la Palabra o en oración, y tu esposa o hijos te llaman, alguien viene a la puerta o recibes una llamada telefónica. ¿Por qué Dios no le permitió la oportunidad de reflexionar y entender la visión?

19 Mientras Pedro seguía reflexionando sobre el significado de la visión, el Espíritu le dijo: «Mira, Simón, tres hombres te buscan. 20 Date prisa, baja y no dudes en ir con ellos, porque yo los he enviado».

Para hacerlo más complicado, ahora el Espíritu claramente le dice que debe acompañar a los tres hombres que acaban de llegar a la casa. No le dice por qué; solo que él tiene que obedecer a toda prisa. Dios claramente está organizando todo, y Pedro tiene una parte clave. Ya confundido por la visión, ahora tiene que salir con tres hombres, probablemente romanos, a quienes no conoce. ¡Que emocionante escuchar la voz del Espíritu así y participar en la gran obra del Señor de esa manera! ¡Tú puedes también!

21 Pedro bajó y les dijo a los hombres: —Aquí estoy; yo soy el que ustedes buscan. ¿Qué asunto los ha traído por acá?

Pedro no discute con el Señor, pero acepta que es de Dios, y tiene la actitud que siempre debemos tener cuando Dios nos llama a hacer algo: Aquí estoy. Heme aquí, Señor. Envíame a mí.

22 Ellos le contestaron: —Venimos de parte del centurión Cornelio, un hombre justo y temeroso de Dios, respetado por todo el pueblo judío. Un ángel de Dios le dio instrucciones de invitarlo a usted a su casa para escuchar lo que usted tiene que decirle.

23 Entonces Pedro los invitó a pasar y los hospedó.

Sería difícil rehusar esa invitación. Es una puerta abierta para ministrar. Solo habría un problema para Pedro: Un judío no debería tener gentiles en su casa ni comer con ellos.

¿Qué harías tú? ¿Te ha provisto Dios oportunidades similares? ¿Estás disponible para Dios y obediente a su voz? ¿Hay algún momento en tu vida cuando Dios tenga tu atención y pueda hablarte?

Otro hombre disponible: Ananías ministra a Saulo; Hechos 9:1-31

Ya hemos visto varios ejemplos de la obra soberana de Dios y la maravillosa forma en que Él puede trabajar por medio de una persona disponible a Él. Pero siempre hay cosas difíciles de comprender:

  • ¿Cómo podría Dios permitir la muerte cruel de Esteban, uno de sus siervos tan especiales?
  • ¿Cómo podría permitir que este hombre, Saulo, haga tanto daño a la comunidad de fe?

¿Hay algo en tu vida en este momento que sea difícil de entender? A pesar de tus muchas oraciones, la persona complicada no cambia y la situación difícil no se resuelve.

En este pasaje vamos a ver un poquito más sobre cómo el Señor trabaja, y qué significa andar como Jesús anduvo. Esta es la segunda de tres conversiones claramente orquestadas por el Señor. Dios tiene un propósito importante para cada una:

  • Un hombre que llevaría el evangelio a Etiopía (Felipe y el eunuco).
  • Saulo, quien sería el gran apóstol Pablo, llevando el evangelio a los gentiles
  • En el siguiente capítulo, Cornelio, quien abrió los corazones de Pedro y la iglesia a la inclusión de los gentiles.

Saulo intenta destruir la iglesia

1Mientras tanto, Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas de extradición para las sinagogas de Damasco. Tenía la intención de encontrar y llevarse presos a Jerusalén a todos los que pertenecieran al Camino, fueran hombres o mujeres. 

Hay mucha gente terca en el mundo, persiguiendo un camino malvado y haciendo mucho daño al reino de Dios. Este hombre, Saulo, parece un caso perdido. Tiene mucho celo religioso y está decidido a eliminar esta secta herética. Años más tarde, cuando relató su testimonio, dijo que estaba violentamente en contra de ellos y enfurecido sobremanera contra ellos (Hechos 26:11, NTV).  ¿Hay alguien en tu vida que parece un caso perdido y está tan endurecido en contra del evangelio?

No es suficiente que Saulo fuera responsable de una gran persecución en Jerusalén; ahora quiere “limpiar” a todas las comunidades judías del imperio de los cristianos, y tiene el apoyo del sumo sacerdote y de los líderes judíos en Jerusalén. En aquel entonces era inusual arrestar a mujeres; casi siempre eran los hombres que sufrieron por su fe. Pero Saulo estaba tan celoso que persiguió a hombres y mujeres iguales. Sería complicado matarlos fuera de Judea, pero Saulo obtuvo cartas de extradición para llevarlos a Jerusalén, para matarlos. ¡Nada ni nadie va a detener a este hombre!

Esta es la primera vez que el nombre “El Camino” para los cristianos aparece en la Biblia (también aparece en Hechos 19:92322:424:1422). Era un nombre apropiado: Jesús dijo “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” (Juan 14:6); estos creyentes habían encontrado el único verdadero Camino a la vida.

Intervención soberana

En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor. Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

—¿Quién eres, Señor? —preguntó.

—Yo soy Jesús, a quien tú persigues —le contestó la voz—. Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.

Dios esperó hasta que casi llegó a su destino, un viaje de unos 241 kilómetros (150 millas). A menudo no entendemos el tiempo del Señor, pero Él siempre tiene sus propósitos. Cuando hay alguien tan endurecido como Saulo, a quien nadie puede tocar con la palabra, Dios es muy capaz de revelarse y hacer lo que sea necesario para salvarlo. Ver esa luz y escuchar esa voz tenía  que ser muy impactante, y de hecho fue un momento transformador para Pablo, quien siempre lo incluyó en su testimonio.

La pregunta que Jesús tiene para Saulo es “¿por qué me persigues?” Y Saulo respondió “¿Quién eres, Señor?” Él puede estar confiado que nunca hizo nada contra Jesús, pero Cristo dice que perseguir a su iglesia es perseguir a Cristo mismo.

Años después, frente al Rey Agripa, Pablo compartió más de lo que sucedió ese día (Hechos 26):

»Pues bien, yo mismo estaba convencido de que debía hacer todo lo posible por combatir el nombre de Jesús de Nazaret. 10 Eso es precisamente lo que hice en Jerusalén. Con la autoridad de los jefes de los sacerdotes metí en la cárcel a muchos de los santos y, cuando los mataban, yo manifestaba mi aprobación. 11 Muchas veces anduve de sinagoga en sinagoga castigándolos para obligarlos a blasfemar. Mi obsesión contra ellos me llevaba al extremo de perseguirlos incluso en ciudades del extranjero.

12 »En uno de esos viajes iba yo hacia Damasco con la autoridad y la comisión de los jefes de los sacerdotes. 13 A eso del mediodía, oh rey, mientras iba por el camino, vi una luz del cielo, más refulgente que el sol, que con su resplandor nos envolvió a mí y a mis acompañantes. 14 Todos caímos al suelo, y yo oí una voz que me decía en arameo: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared?” 15 Entonces pregunté: “¿Quién eres, Señor?” “Yo soy Jesús, a quien tú persigues —me contestó el Señor—. 16 Ahora, ponte en pie y escúchame. Me he aparecido a ti con el fin de designarte siervo y testigo de lo que has visto de mí y de lo que te voy a revelar. 17 Te libraré de tu propio pueblo y de los gentiles. Te envío a estos 18 para que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios, a fin de que, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia entre los santificados”.

Hay dos cosas importantes que no aparecen en el capítulo 9:

  1. Jesus le pregunta: “¿Qué sacas con darte cabezazos contra la pared?” Otras versiones dicen: “Te estás haciendo daño a ti mismo, como si dieras coces contra el aguijón” (DHH) o “Es inútil que luches contra mi voluntad” (NTV). Aunque este encuentro parece repentino, posiblemente Saulo había visto a Jesús antes de su crucifixión, y había estado resistiendo su llamado por un tiempo. Estaba turbado y luchando con dudas, porque en su búsqueda de la justicia de Dios, se sintió impotente ante los deseos de su carne. Podría ser que estaba convencido por las palabras y la apariencia de Esteban el día que le apedrearon.

Muchos de nosotros sabemos que dura cosa es dar coces contra el aguijón. ¿Hay algún área de tu vida en este momento donde haces daño a ti mismo porque estás luchando contra la voluntad de Dios?

  1. El propósito de este encuentro incluye la salvación de Saulo y la bendición de conocer a este Cristo que había perseguido, pero el mayor propósito (como en tu llamado a la salvación) es el ministerio que Saulo tendrá ministrando a los gentiles. Saulo no buscaba a Dios, pero desde el vientre de su madre Dios ya lo había llamado. ¿Hay libre albedrío? Sí, pero Dios es soberano, y hay veces en que Él claramente puede llamar y tocar a alguien. Seguramente, muchos cristianos también estaban orando fervientemente por su salvación (¡o muerte!). ¿Qué has visto en tu vida del llamado y la obra soberano de Dios, y tu libre albedrío?

Tal como a Abraham, Dios no le revela todo a Saulo a la vez. Él tiene que levantarse, ir a la ciudad (humillado, en lugar de respirar muerte) y esperar el próximo paso. Podría rebelarse, no entrar en Damasco y volver a Jerusalén, pero eso realmente sería dando cabezazos contra la pared. Es mucho mejor seguir las instrucciones del Señor; si una vez tú has luchado con Dios, ya sabes que lo duro que es.

Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada.

Este hombre altamente entrenado ahora era como un bebé. No sabía nada. No sabía si su visión sería restaurada. Algo lo impulsó a no comer ni beber nada, aunque no sabía cuánto tiempo tendría que ayunar.

Dios hizo lo que ningún hombre podía hacer. Él puede soberanamente restaurar su visión y bautizarlo en el Espíritu, pero Dios prefiere usar a nosotros. Sería importante para Saulo recibir la ministración de un hermano cristiano, y sería una oportunidad para que Ananías crezca en su fe.

Un hombre disponible para ministrar al asesino de cristianos

10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión. —¡Ananías!

—Aquí estoy, Señor.

¿Crees que Dios todavía nos llama en visiones? ¿Por qué no? La cuestión es si estamos escuchando. Dios siempre busca hombres y mujeres disponibles para hacer su voluntad. Hay muchas cosas que Él quiere hacer en este mundo, pero tal como Jesús dijo: “La mies es mucha, más los obreros pocos” (Lucas 10:2). ¿Tienes esa actitud de Ananías? “Heme aquí, envíame a mí.” El hombre no sabe lo difícil que será esta tarea, pero cuando Dios nos llama, Él nos capacita y prepara el camino delante de nosotros.

11 —Anda, ve a la casa de Judas, en la calle llamada Derecha, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, 12 y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.

¡Será difícil escapar de esta tarea! ¡Saulo ya está esperando a Ananías! ¿Una vez había orado Ananías para que alguien recuperara la vista? No sabemos. ¿Qué hizo Saulo esos tres días ciego y ayunando? ¡Oraba! Y Dios sigue revelándose en visiones. Saulo está ciego, pero ahora ve más que nunca. La dirección para Ananías está muy clara; sabe exactamente qué hacer y dónde ir (la calle Derecha sigue siendo una de las calles principales de Damasco).

13 Entonces Ananías respondió: —Señor, he oído hablar mucho de ese hombre y de todo el mal que ha causado a tus santos en Jerusalén. 14 Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.

Ananías no es el primero en cuestionar un llamado del Señor. Dios lo permite, pero cómo Él  responde depende de la persona. ¡Puede ser fuerte! Probablemente todos los creyentes en Damasco ya saben que Saulo quiere llevarlos presos a Jerusalén, y estaban orando y temblando. Los creyentes se han divulgado las noticias en todo el imperio del mal que ha hecho. Pobre Ananías tiene temor; le parece una trampa (¿puede ser el diablo hablando con él?).

15 —¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. 16 Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.

Dios no le da una salida fácil. Tal vez nadie más estaba disponible para realizar esta tarea tan importante. Nunca escuchamos nada más acerca de Ananías, pero este discípulo humilde tiene el privilegio de ministrar a uno de los generales de Dios. Pablo tendrá un ministerio muy impresionante, pero también es el propósito de Dios que padezca por el nombre de Jesús (¿tal vez porque lo perseguía tanto?).

17 Ananías se fue y, cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». 18 Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas, y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado; 19 y, habiendo comido, recobró las fuerzas.

No sabemos muchos detalles de exactamente cómo sucedió. ¿Se fue Ananías con mucho temor, o con mucha autoridad y confianza? Lo importante es que obedeció; la obediencia es evidencia de nuestra fe, y las emociones no importan tanto. Dios honra esa obediencia y hace la obra. A pesar de sus temores, llama a Saulo “hermano;” probablemente la primera vez que Saulo escuchó ese término de afecto aplicado a sí mismo. No menciona el Espíritu Santo en su llamado (verso 12) ni después, pero probablemente junto con su bautismo en agua, cuando Ananías impuso las manos, el Señor bautizó a Pablo en el Espíritu. Puede ser que cuando Ananías proclamó esa palabra, Saulo recobró la vista. Estaba débil, pero comió y recobró las fuerzas. Solo podemos imaginar el asombro y gozo de Ananías, y ese primer tiempo de comunión entre aquellos que ahora son hermanos en Cristo. No menciona lo que sucedió con los compañeros de Saulo que lo acompañaron desde Jerusalén; posiblemente ellos también recibieron a Cristo, o volvieron asustados a Jerusalén para compartir la noticia con los sacerdotes.

Saulo predica en las sinagogas de Damasco

Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco, 20 y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. 21 Todos los que le oían quedaban asombrados, y preguntaban: «¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?» 22 Pero Saulo cobraba cada vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Mesías.

Por lo general, le damos un tiempo a un nuevo converso para establecerse, dar testimonio de una vida transformada y estudiar la palabra. De hecho, hay muchas historias tristes de personas famosas que reciben al Señor y de la noche a la mañana están predicando y ministrando, pero son blancos para el diablo y no tienen bases firmes en el Señor, y fracasan. Pero Pablo fue un caso especial. Como fariseo, ya tenía mucha formación y conocimiento de la palabra, y ahora era lleno del Espíritu Santo. Yo he visto hombres salvad la cárcel, y dentro de unos días están predicando la palabra con unción. Dios puede levantar a alguien cuando Él quiera.

Aunque su llamado fue a los gentiles, lógicamente (como lo hizo siempre hacía en sus viajes misioneros), primero fue a las sinagogas, proclamando a Jesucristo como su Mesías. Estaban asombrados y confundidos por la fuerza de su palabra.

23 Después de muchos días, los judíos se pusieron de acuerdo para hacerlo desaparecer, 24 pero Saulo se enteró de sus maquinaciones. Día y noche vigilaban de cerca las puertas de la ciudad con el fin de eliminarlo. 25 Pero sus discípulos se lo llevaron de noche y lo bajaron en un canasto por una abertura en la muralla.

La NVI dice “para hacerlo desaparecer,” pero el griego dice “matarlo” o “asesinarlo.” La verdad es que cuando hay alguien que nos confunde, queremos hacerlo desaparecer, o como dice en el verso 24, eliminarlo. Esta es la primera de muchas experiencias cercanas a la muerte de Saulo; ya está aprendiendo cuánto tiene que padecer por el nombre de Cristo.

Sabemos de Gálatas 1:17-18 que los “muchos días” fueron tres  años y medio que pasó en “Arabia;” probablemente un tiempo de estudio y preparación en el desierto cerca de Damasco.

Es interesante que dice que “sus discípulos” lo ayudaron a escapar. Parece que en esos “muchos días” ya se había establecido como un maestro que manejaba muy bien las Escrituras.

26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos tenían miedo de él, porque no creían que de veras fuera discípulo. 

¡Los que oraban y debían tener mucha fe, regocijándose en la transformación de este hombre, le tenían miedo! ¡Que duro es cuando alguien quiere juntarse con la iglesia, pero, debido a su vida anterior, los cristianos tienen miedo y no lo reciben! Alguien tenía que llevarlo a los “apóstoles” para recibir su apoyo, y cae a Bernabé, ese hombre especial que ya apareció al final del capítulo 4, para hacerse amigo de él. ¿Tienes ese corazón de Bernabé para ayudar a alguien?

27 Entonces Bernabé lo tomó a su cargo y lo llevó a los apóstoles. Saulo les describió en detalle cómo en el camino había visto al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había predicado con libertad en el nombre de Jesús. 28 Así que se quedó con ellos, y andaba por todas partes en Jerusalén, hablando abiertamente en el nombre del Señor. 29 Conversaba y discutía con los judíos de habla griega, pero ellos se proponían eliminarlo. 30 Cuando se enteraron de ello los hermanos, se lo llevaron a Cesarea y de allí lo mandaron a Tarso.

Gracias a Dios por su denuedo y obediencia a predicar. Seguramente fue un gran susto para los sacerdotes y líderes religiosos, quienes lo enviaron a arrestar a los discípulos en Damasco. Ahora vuelve a casa, a su pueblo natal, Tarso. Esta es ya la segundo vez que los judíos querían eliminarlo.

Resumen: El estado de la iglesia

31 Mientras tanto, la iglesia disfrutaba de paz a la vez que se consolidaba en toda Judea, Galilea y Samaria, pues vivía en el temor del Señor. E iba creciendo en número, fortalecida por el Espíritu Santo.

Característica de lo que ya hemos visto en Hechos, esta parte termina con otro resumen del estado de la iglesia. Esta porción empezó en el capítulo 6 e incluye la primera persecución, la primera vez que el evangelio llega a los gentiles (los samaritanos) y el llamado de Saulo, el apóstol a los gentiles. Con su conversión, esa persecución termina, y nuevamente hay paz.

Ahora, la iglesia de Jerusalén (sin incluir hermanos en otros lugares, como Ananías en Damasco) se consolidaba no solo en Judea, sino también en Galilea y Samaria. Tenían paz, pero parece que también tenían un nuevo respecto para Dios, viviendo en el temor del Señor. Su número sigue creciendo, debido a la obra del Espíritu Santo que los fortalece y les da poder para testificar acerca de Jesús.

Tu camino a Damasco

¿Has tenido un encuentro con Jesús como Saulo tuvo en el camino a Damasco? ¿O todavía te estás lastimando, como si dieras coces contra el aguijón?  Saulo era un hombre muy estudiado y muy religioso. Estaba en camino para cumplir lo que él creía que era la voluntad de Dios, pero estaba equivocado. He conocido a pastores que se dan cuenta de que nunca han tenido una conversión real. Han servido a Dios a su manera. No todas las conversiones son tan dramáticas como la de Saulo, pero es importante tener ese encuentro con Jesús y nacer de nuevo.

La conversión de Saulo es una afirmación poderosa de la realidad del Cristo viviente. Saulo era un escéptico. Necesitaba algo muy fuerte para convencerle de que Cristo era su mesías. No hay duda de que Saulo era un hombre, un fariseo, que vivió en el primer siglo, plantó muchas iglesias y escribió cartas que forman parte de nuestras Biblias. Es normal tener dudas a veces, pero esta historia (y todo el libro de los Hechos) es una confirmación sólida de lo que creemos.

Lo que Dios puede hacer con un hombre disponible; Hechos 8

Felipe era uno de los diáconos nombrados en el capítulo seis; un hombre de buen testimonio, lleno del Espíritu y de sabiduría. Felipe nos da un ejemplo de cómo evangelizar una ciudad y un individuo. Con este capítulo hay un cambio importante en la dirección de la iglesia. Hasta ahora se ha centrado en Jerusalén. Tres veces hemos visto intentos (sin éxito) para silenciar a la iglesia. Pero como siempre, Dios redime lo que el diablo pretende para el mal. Durante el resto de este libro, la iglesia se expande cada vez más, hasta llegar a la capital del imperio, la misma Roma, al final del libro.

La primera persecución

Las cosas pueden cambiar rápidamente. Cuando Dios se mueve en poder, el diablo se levantará en contra. ¿Crees que la persecución es posible en tu país? Jesús dijo que sería parte de los últimos días antes de su venida (Juan 16), pero cuando hay tanta bendición es fácil creer que no se aplica a nosotros.

La muerte de alguien tan piadoso como Esteban fue un duro golpe para la joven iglesia, pero ahora hay una amenaza aún peor: ese fariseo llamado Saulo.

1Aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén, y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaria. Unos hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Saulo, por su parte, causaba estragos en la iglesia: entrando de casa en casa, arrastraba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.

La Nueva Traducción Viviente da en el verso tres una sola meta que tenía Saulo: de acabar con la iglesia. Este hombre fue responsable de desatar una gran persecución. Nadie pensaría que Saulo se convertiría en Pablo, uno de los apóstoles más grandes de toda la historia, pero Dios puede transformar a la persona más endurecida.

La verdad es que la iglesia era muy próspera y cómoda. Casi se olvidó del propósito del Espíritu Santo que Jesús declaró justo antes de su ascensión: Cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra (Hechos 1:8).  Con tantas bendiciones en la iglesia, fue fácil perder esa visión misionera. Así que Dios permitió una persecución para ayudar a los hermanos a obedecer su mandato, y dispersó a los hermanos a Judea y Samaria. ¡Es mejor no esperar una persecución que nos obligue a salir al campo misionero!

Felipe evangeliza Samaria

Los que se habían dispersado predicaban la palabra por dondequiera que iban. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y les anunciaba al Mesías. 

Ahora todos (no solo los apóstoles o diáconos) predicaban. No tienes que ser enviado como misionero; solo predica la palabra donde quiera que vayas en la vida cotidiana.

Felipe salió de Jerusalén angustiado (era un amigo cercano de Esteban), y se fue de luto a la ciudad principal de Samaria. No es la primera vez que el evangelio llega a Samaria; Jesús mismo había ministrado allí después de su encuentro con la mujer samaritana (Juan 4), pero hasta ahora, nadie de la iglesia quería ir allá.

Al oír a Felipe y ver las señales milagrosas que realizaba, mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje. De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando alaridos, y un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos. Y aquella ciudad se llenó de alegría.

Una vez más vemos esa poderosa combinación de palabra y milagros. Es importante “oír” y también “ver” para tener fe. Cuando los paralíticos caminan y los endemoniados son liberados, todos prestan atención. Esa ciudad fue transformada y llena de alegría. ¿No crees que es algo que el Señor quiere hacer por su gloria hoy también?

Un hombre complicado

Ya desde antes había en esa ciudad un hombre llamado Simón que, jactándose de ser un gran personaje, practicaba la hechicería y asombraba a la gente de Samaria. 10 Todos, desde el más pequeño hasta el más grande, le prestaban atención y exclamaban: «¡Este hombre es al que llaman el Gran Poder de Dios!»

Ahora hay un choque de reinos. ¿Quién va a ganar? Muchas veces en la obra misionera (o simplemente en la iglesia) encontramos una persona complicada. Hasta la llegada de Felipe, Simón era la superestrella en Samaria. Se hacía pasar por alguien grande. Al igual a Felipe (quien atrajo a toda la ciudad), todos prestaron atención a Simón. Era un hechicero, y con su poder diabólico podía asombrar (y engañar) a la gente. Este sería un caso difícil.

11 Lo seguían porque por mucho tiempo los había tenido deslumbrados con sus artes mágicas. 12 Pero, cuando creyeron a Felipe, que les anunciaba las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, tanto hombres como mujeres se bautizaron. 13 Simón mismo creyó y, después de bautizarse, seguía a Felipe por todas partes, asombrado de los grandes milagros y señales que veía.

Ya sabemos que Felipe era un hombre lleno del Espíritu Santo y de sabiduría. A pesar de ser solo un diácono (y por muy poco tiempo), hizo todo bien:

  • Anunciaba las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre de Jesucristo.
  • Bautizó a los nuevos creyentes.
  • Hizo grandes milagros y señales.

Ahora su ministerio sería probado. Simón ya tenía una larga historia en esa ciudad; quería experimentar el poder de Dios, y fue asombrado por las maravillas que hizo Felipe. ¿Realmente se había arrepentido? En este punto es difícil saberlo. Es posible que haya percibido que ya ha perdido su audiencia, y sería mejor ser parte de este nuevo movimiento. Parece que quería ser un líder en la iglesia, tal como lideraba con sus artes mágicas. Él también quería hacer milagros y señales. Andaba pegado a Felipe, y Felipe lo permitió. En sí, podría ser una buena oportunidad para discipular a alguien que ya tiene experiencia en el liderazgo. Simón podría  ser el primer pastor de esta iglesia nueva.

Hay gente que tiene interés en las cosas espirituales, y posiblemente en su ignorancia pueden aceptar las doctrinas de demonios. Hay poder satánico en la magia. Hay que tener mucho cuidado con esas cosas; engaña a la gente, y Felipe necesita mucha sabiduría para tratar con Simón.

Bautizados en el Espíritu

Aparentemente, los apóstoles no enviaron a Felipe a Samaria, y pasó un buen rato hasta que la noticia llegó a Jerusalén de que Samaria había recibido la palabra de Dios. A pesar del mandato de Jesús, el prejuicio judío contra los samaritanos dejó a los apóstoles con una duda de si fuera posible salvar a los samaritanos, y enviaron a las dos columnas de la iglesia para investigar:

14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que los samaritanos habían aceptado la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. 15 Estos, al llegar, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo, 16 porque el Espíritu aún no había descendido sobre ninguno de ellos; solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces Pedro y Juan les impusieron las manos, y ellos recibieron el Espíritu Santo.

Que extraño. Felipe estaba lleno del Espíritu, pero a pesar de todas las manifestaciones del Espíritu Santo, y los muchos que recibieron el mensaje y fueron bautizados en agua (que en otras ocasiones incluyó el bautismo en el Espíritu), ninguno de los samaritanos había recibido el Espíritu. Algunos eruditos han postulado que fue para confirmar a los apóstoles que realmente fueron salvos, pero podemos notar algunas cosas importantes aquí:

  • Lo primero que hicieron cuando llegaron fue orar para que recibieran el Espíritu.
  • Había algo obvio para que supieran que no fueron bautizados en el Espíritu. Parece que en su experiencia, cuando alguien aceptó a Jesús y fue bautizado en agua, al mismo tiempo el Espíritu descendería con manifestaciones de lenguas, tal como en Pentecostés en el aposento alto y lo que Pedro predicó (Hechos 2:38).
  • Hay algunas sectas (la más común se llama “Apostólicos”) que no creen en la trinidad y dicen que hay que ser bautizado solo “en el nombre de Jesús.” Pero esa fue precisamente la razón dada aquí para no recibir el Espíritu: no fueron bautizados de acuerdo con el mandato de Jesús, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Tal vez Felipe nunca recibió una orientación sobre cómo bautizar a los nuevos creyentes.
  • Parece que o todos, o ninguno, recibieron el bautismo. En Pentecostés, todos fueron bautizados. Aquí, el Espíritu no había descendido sobre nadie. Parece que ahora todos recibieron el Espíritu.
  • Lo recibieron cuando Pedro y Juan impusieron las manos.

Un estudio de las ocasiones en Hechos cuando el Espíritu descendió revela una gran variación; no hay una sola forma de recibir el Espíritu. Puede ser en el momento de conversión, junto con el bautismo en agua o una experiencia única después de la conversión y el bautismo en agua. Lo esencial es recibirlo. Y tú, ¿ha descendido el Espíritu sobre ti? ¿Es una parte importante de tu ministerio asegurarse de que la gente haya recibido el Espíritu?

Simón pide el mismo poder para ministrar el bautismo

18 Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero 19 y les pidió: —Denme también a mí ese poder, para que todos a quienes yo les imponga las manos reciban el Espíritu Santo.

Había algo obvio e impresionante que sucedió con la imposición de manos, y Simón característicamente quiere ese poder. Podría ser que él era  sincero y solo ignorante de que no puedes comprar ese don. Simón parece ser alguien a quien no quieres ofender; tal vez solo necesita más tiempo en el discipulado, pero Pedro puede ver su corazón, y lo confronta:

20 —¡Que tu dinero perezca contigo —le contestó Pedro—, porque intentaste comprar el don de Dios con dinero! 21 No tienes arte ni parte en este asunto, porque no eres íntegro delante de Dios. 22 Por eso, arrepiéntete de tu maldad y ruega al Señor. Tal vez te perdone el haber tenido esa mala intención. 23 Veo que vas camino a la amargura y a la esclavitud del pecado.

No puedes comprar el don de Dios o un puesto en la iglesia. Incluso un curso de seminario no te califica para administrar el don de Dios. Tienes que ser íntegro ante Dios y llamado por el Señor.

Pedro no le asegura a Simón el perdón de Dios por su pecado; dice “tal vez” el Señor le perdonará. Simón creyó, fue bautizado y andaba pegado a Felipe, pero no había un arrepentimiento genuino. Posiblemente necesitaba liberación de los espíritus inmundos de su tiempo practicando las artes mágicas. Con una palabra de ciencia, Pedro vio que todavía era un esclavo del pecado e iba camino a la amargura.

24 —Rueguen al Señor por mí —respondió Simón—, para que no me suceda nada de lo que han dicho.

Es común que alguien confrontado con su pecado y sus consecuencias parezca arrepentido. No sabemos si rogaron por él o si echaron fuera sus demonios. Los padres de la iglesia primitiva escribieron que Simón era un hereje.

Es posible tener fe e incluso ser bautizado, y no ser salvo. Y tú, ¿eres realmente salvo, libre de la esclavitud al pecado? Dice que Simón fue asombrado por las señales y milagros que vio. Hay gente que viene a la iglesia que se asombran por la presencia de Dios, la buena música, el amor y los milagros que pueden suceder. Quieren ser parte de algo tan hermoso, pero no hay arrepentimiento y no son salvos.

25 Después de testificar y proclamar la palabra del Señor, Pedro y Juan se pusieron en camino de vuelta a Jerusalén, y de paso predicaron el evangelio en muchas poblaciones de los samaritanos.

Una nueva tarea para Felipe

Felipe abrió el camino para que Samaria recibiese a Jesús. Ahora Pedro y Juan predicaban en muchas aldeas samaritanas, y dejaron la nueva iglesia en manos de Felipe. Pero Dios tiene otra tarea para él; Él le llama a dejar este hermoso avivamiento y una iglesia nueva para evangelizar a una sola persona:

26 Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza». 

No hay ninguna razón dada por este viaje. Sería fácil creer que fue el diablo que sacó a Felipe de un campo de ministerio muy fértil para ir al desierto, pero parece que Felipe estaba acostumbrado a recibir mensajes angelicales. Es un mandato claro, pero muy inconveniente. Primero tiene que caminar a Jerusalén (unos 43 km, o 27 millas), y luego caminar en el calor del desierto hacia Gaza (nadie sabe cuántos kilómetros caminó; todo el camino sería de 79 km, o 49 millas). Y sin saber por qué. Puede parecer loco.

27 Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes. Este había ido a Jerusalén para adorar 28 y, en el viaje de regreso a su país, iba sentado en su carroza, leyendo el libro del profeta Isaías. 

Felipe no discutió con el ángel; simplemente obedeció y emprendió el viaje. Esa respuesta automática de obediencia abrirá muchas oportunidades para evangelizar y ser usado por el Señor. Dios está buscando hombres y mujeres disponibles, y parece que le cuesta encontrarlos. Puede ser que ninguno de los apóstoles en Jerusalén estuviera disponible. ¿Eres tú una persona de la que Dios puede depender, con quien puede contar para escuchar su voz y obedecerla? Debe ser tu meta.

¡Dios es soberano!

En este caso era alguien muy importante: un alto funcionario de la reina de los etíopes. Un hombre piadoso, él había viajado unos 4,220 km (2,622 millas) para adorar en Jerusalén. Y (¡por casualidad!) estaba leyendo Isaías.

Cuando andamos en obediencia al Señor, Él prepara el camino delante de nosotros. Él va a preparar a la gente y enviarte a ellos, o traerlos a ti. ¿Estás dispuesto a caminar horas en el calor del día para evangelizar a una sola persona? Dios empieza con cosas pequeñas, y cuando observa nuestra obediencia, nos brinda oportunidades cada vez más importantes. Esta fue una tarea muy importante. La tradición es que este hombre trajo el evangelio a Etiopía y estableció una iglesia que permanece hasta nuestros días.

29 El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro».

Muchas veces nosotros queremos una visión amplia de la voluntad de Dios: “¿Cuál es el ministerio que tienes para mí? ¿Con quién me voy a casar? ¿Cuál es el propósito de mi vida?” Pero a menudo Dios nos guía paso a paso, esperando nuestra obediencia al primer paso para dirigirnos al siguiente. ¿Crees que Dios puede guiarte tan claramente como guio a Felipe aquí? ¿Tienes la fe para obedecer y acercarte a alguien que no conoces?

30 Felipe se acercó de prisa a la carroza y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó: —¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?

Felipe obedeció “de prisa” (NTV: corriendo). Dios no le dijo qué decir, pero nos da sentido común. Tenemos que observar lo que está sucediendo con la persona y buscar una entrada para hablar acerca de Jesús. Aquí es muy obvio: Está leyendo al profeta Isaías. Siempre es una buena pregunta para alguien a quien ves leyendo la Biblia (o literatura cristiana): “¿Entiendes lo que estás leyendo?

31 —¿Y cómo voy a entenderlo —contestó— si nadie me lo explica?

Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él. 

La puerta está abierta. Cuando alguien te invite a compartir a Cristo, ¡aprovecha la oportunidad! Siéntate con la persona (¡qué bendición después de horas caminando al sol!). Qué importante es conocer la Biblia y saber cómo responder las preguntas de los inconversos y explicar lo que dice la palabra.

32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente:

«Como oveja, fue llevado al matadero;
y como cordero que enmudece ante su trasquilador,
ni siquiera abrió su boca.
33 Lo humillaron y no le hicieron justicia.
¿Quién describirá su descendencia?
Porque su vida fue arrancada de la tierra».

34 —Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de algún otro? —le preguntó el eunuco a Felipe.

35 Entonces Felipe, comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció las buenas nuevas acerca de Jesús. 

Otra vez vemos la poderosa mano del Señor, incluso guiando al eunuco a uno de los pasajes más claros acerca del Mesías en el Antiguo Testamento (Isaías 53). Es un capítulo muy bueno para evangelizar a un judío, y un capítulo muy especial para el eunuco. ¿Por qué? Yo siempre había pensado: “Qué hermoso. Este era un hombre muy especial. Un adorador de Dios. Un alto funcionario de la reina. Un hombre muy bendecido.” Y seguramente Dios lo había bendecido. Pero era un eunuco. No era un hombre, en el sentido de que entendemos ser un hombre. Fue vendido o sacado de su hogar cuando era niño. Le quitaron los testículos. Nunca podría casarse o tener hijos. Fue despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto y molido. Este eunuco viajó a Jerusalén en busca de esperanza y respuestas, y ahora volvió a casa leyendo sobre otro hombre despreciado y molido. Otro hombre que nunca tuvo relaciones con una mujer. Pero, ¿quién sería? Ahora Felipe le presenta a Jesucristo. ¡Claro que este eunuco quiere recibir a Jesús!

36 Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco: —Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?

Allí están, en medio del desierto, y Dios milagrosamente proporciona agua justo a tiempo para que el eunuco tome la decisión de aceptar a Cristo. ¡Y el hombre quiere ser bautizado!

37 —Si cree usted de todo corazón, bien puede —le dijo Felipe.

—Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios —contestó el hombre.

El bautismo en agua es importante. Casi siempre en Hechos, en la iglesia primitiva, la gente se bautizó tan pronto como recibió a Cristo (por ejemplo, el día de Pentecostés en Hechos 2, y Pablo y Silas con el carcelero y su familia en Hechos 16). Pedro dijo que la condición es el arrepentimiento; aquí Felipe dice que se tiene que creer de todo corazón, y el eunuco hizo esa confesión de fe. Simplemente no hay fundamento bíblico para el bautismo infantil; un bebe no puede arrepentirse ni tener fe.

Yo estoy de acuerdo de que las clases tienen valor para asegurarse de que alguien entienda la salvación y el bautismo, pero no dieron clases en Hechos. ¿Has sido bautizado en agua como creyente?

38 Entonces mandó parar la carroza, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó. 

39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino. 40 En cuanto a Felipe, apareció en Azoto, y se fue predicando el evangelio en todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea.

Cuando Felipe terminó su tarea, el Espíritu se lo llevó. Siempre es bueno proporcionar un seguimiento (y es más fácil hoy en día con WhatsApp y las redes sociales), pero en este caso sería el Espíritu Santo quien lo proporciona. Este era un versículo popular en las prisiones: ¡la posibilidad de ser llevado milagrosamente a otro lugar!

Azoto era una de las ciudades principales de los filisteos, unos 35 km (22 millas) de Gaza. El camino a Cesarea sería de 105 km (65 millas), lo que le daría a Felipe muchas oportunidades para evangelizar. En Hechos 21, Pablo se quedó en la casa de Felipe en Cesarea, 25 años después. Parece que Felipe estableció la iglesia allá, y tenía a cuatro hijas solteras que profetizaban.

Un solo hombre disponible para Dios fue responsable de la transformación de una ciudad entera, y de la conversión de un hombre importante que trajo el evangelio a Etiopía. Dios puede hacer lo mismo contigo. ¿Tienes los oídos para escuchar su voz? ¿Estás disponible y dispuesto a obedecer su voz? Es una parte esencial de andar como Jesús anduvo.

 

Una amenaza a la unidad de la iglesia y su resolución; Hechos 6:1-7:70

El problema

1En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos. 

Acabamos de ver las mentiras de Ananías y Safira y el intento del diablo de corromper a la iglesia con hipocresía. Fue la primera indicación de un problema dentro de la iglesia, pero ahora hay un problema con el potencial de dividirla.

He comentado que los apóstoles no respondieron al crecimiento de la iglesia con programas. Tampoco tenemos registro de que Jesucristo haya hablado de la importancia de alimentar a las viudas. Jesús nos mandó hacer discípulos, sanar a los enfermos, liberar a los endemoniados y amar. Pero el amor se manifiesta en la vida cotidiana, en el cuidado de los necesitados, y casi siempre toca la economía de alguna manera. Por su propia voluntad, los hermanos vendieron casas y terrenos (entregando el dinero a los apóstoles), por el impresionante resultado de eliminar de toda necesidad financiera en la iglesia. Ahora vemos que rápidamente establecieron un programa diario de distribución de alimentos a las viudas, que puede ser masivo en una iglesia de más de diez mil personas. Un programa tan grande invita a abusos y quejas. A pesar de la presencia de Dios en la iglesia, todavía son seres humanos, y había un problema.

Siempre habrá problemas, y por desgracia, siempre habrá quejas, incluso entre los redimidos del Señor. Era un problema fatal para los hebreos en el éxodo, y ahora también ha invadido la iglesia. Cuando el diablo no logra su resultado deseado con ataques desde el exterior, las murmuraciones (RVR) pueden destruir una iglesia desde adentro.

No es nada nuevo tener problemas de cultura, nacionalidad e idioma. Esas divisiones naturales prueban la unidad de cualquier iglesia, incluso la iglesia primitiva. Algunos de los creyentes hablaban griega. Se criaron en otras provincias del imperio, el resultado de la diáspora judía, y tenían una cultura muy diferente de los judíos de habla aramea en Judá. La diferencia en el idioma crea dificultades, y los hablantes de griega tendían a ser más prósperos y más estudiados. Pero eran “extranjeros,” y de alguna manera (ya sea realidad o percepción) en la distribución de alimentos, sus viudas fueron desatendidas (NTV: discriminadas). Es triste, pero la realidad es que la discriminación es demasiado común en la iglesia hoy, ya sea de raza, idioma, cultura, clase o cualquier otra diferencia que pueda existir entre nosotros. Siempre debemos vigilar y luchar contra esa discriminación.

La solución

Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra».

Los doce tomaron la iniciativa: No lo hizo en secreto; reunieron a toda la comunidad y presentaron una solución al problema. Parece que era una cuestión de prioridades y tiempo: los apóstoles no solo predicaron e hicieron el ministerio, sino también administraron estos programas. Es una prioridad que muchos pastores deben observar: Dedicarse a la oración y el ministerio de la palabra en lugar de ocuparse de los detalles de edificios y programas.

Su solución es delegar; otorgar a hombres fieles la responsabilidad de servir y atender a todas las viudas cuidadosamente, pero en lugar de escogerlos, los apóstoles confían en la iglesia para hacer esta selección y así mantener su propiedad del programa. Los apóstoles solo exigieron algunas características de los candidatos:

  1. Serian siete; el número de consumación en la Biblia.
  2. Hombres (y eran hombres) de buena reputación.
  3. Hombres llenos del Espíritu.
  4. Hombres llenos de sabiduría.

No eran cuestiones de habilidad sino de carácter y espiritualidad. Es importante tener en cuenta que las calificaciones para un ministerio de servicio son tan altas como para el ministerio de la palabra. A veces, la iglesia puede elegir un hombre de negocios exitoso o alguien altamente estudiado que parezca calificado para administrar los negocios de la iglesia, pero no tienen esas calificaciones espirituales. ¿Buscamos estas calidades en los diáconos en nuestras iglesias? ¿Tenemos incluso diáconos?

Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos.

Cuando presentamos algo sabio, inspirado por el Espíritu, agradará a toda la iglesia. No dice cómo fueron elegidos, pero fueron presentados a los apóstoles. Ellos no cuestionaron su elección, pero oraron y les impusieron las manos para ordenarlos a este ministerio.

Todos tenían nombres griegos, lo que implica que incluso los que hablaban arameo tenían conocimiento de la cultura griega. Desde el principio, Esteban fue destallado como un hombre lleno de fe y del Espíritu. Fue nombrado primero y obviamente era un hombre especial. De los demás, vamos a conocer a Felipe en el capítulo 8, Nicolás era un prosélito (gentil que había aceptado la religión judía) de la ciudad de Antioquía y, por lo tanto, de habla griega. El grupo tendría la diversidad necesaria para atender bien a las viudas griegas.

El resultado

Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.

Este versículo sigue el patrón normal de Hechos; un resumen o retrato del estado de la iglesia. Este es el primero de seis resúmenes del crecimiento de la iglesia en Hechos (9:31, 12:24, 16:5, 19:20 y 28:30-31). El mensaje es claro: La naturaleza de la iglesia es crecer.

Con los apóstoles liberados de los detalles del programa de alimentación, se dedicaron a la palabra, que se difundía aún más. Cuando hacemos cosas en obediencia al Espíritu, veremos más crecimiento. Incluso muchos sacerdotes aceptaron a Jesús como su Mesías, y el número de discípulos aumentaba considerablemente (se multiplicaba grandemente, RVR). Ese éxito y crecimiento a menudo causan envidia y persecución.

Oposición levantada por celos

Esteban, hombre lleno de la gracia y del poder de Dios, hacía grandes prodigios y señales milagrosas entre el pueblo. 

¿Has notado la importancia de hombres que caminan con Jesús en el poder del Espíritu? Hasta ahora, en Hechos, Pedro se ha destacado, pero ya Dios está levantando a otros. Lamentablemente, este poderoso ministerio de Esteban será de corta duración, pero pronto veremos a Felipe, Pablo, Bernabé y otros que son instrumentos en las manos del Señor. ¿Puede que tú seas un hombre (o mujer) que Dios usa en señales y prodigios?

Seleccionaron a Esteban para coordinar el ministerio de alimentación de las viudas, pero está claro que tiene un llamado más amplio. Eso pasa mucho en iglesia; alguien puede empezar con un ministerio humilde, pero cuando sirve fielmente, Dios le abre otras puertas. Ya dijo que Esteban estaba lleno del Espíritu, de fe y de sabiduría, y tenía una buena reputación; ahora dice que estaba lleno de la gracia y el poder de Dios.

Algunos de la sinagoga llamada de los Esclavos Libertados, junto con algunos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia, comenzaron a discutir con Esteban. (DHH)

Ya hemos visto la tensión que invadió incluso la iglesia de Jesucristo, entre creyentes de habla aramea y griega. Tal como nosotros tenemos iglesias formadas en gran parte por un grupo étnico, así era entre los judíos también. Hay dos grupos nombrados aquí; los dos de una minoría:

  1. Una sinagoga compuesta de esclavos libertados y sus descendientes.
  2. Un grupo de extranjeros; judíos de nacimiento y algunos prosélitos, pero de una cultura distinta.

No sabemos por qué discutieron con Esteban. Posiblemente tenía algo que ver con la alimentación de las viudas, pero más probablemente con el poder de su ministerio de palabra y señales milagrosas, que atrajeron a muchos de esos grupos a Cristo.

10 Como no podían hacer frente a la sabiduría ni al Espíritu con que hablaba Esteban, 11 instigaron a unos hombres a decir: «Hemos oído a Esteban blasfemar contra Moisés y contra Dios».

El hombre impío se frustra aún más cuando no puede hacer frente al cristiano. Esteban fue inspirado por el Espíritu Santo y ellos no podían competir con su sabiduría. Así que inventaron un caso, un caso muy serio, de blasfemia contra Moisés y contra Dios. El diablo los utilizó para instigar a otros, y lamentablemente muchos creyeron las mentiras. ¿Te suenan familiares las acusaciones contra Esteban? De tal palo, tal astilla;  dijeron lo mismo sobre Jesús (Marcos 14:64, Juan 10:33).

Debemos tener mucho cuidado hoy con lo que creemos en las redes sociales. Todos tienen sus opiniones y quejas. Las discusiones teológicas siempre son peligrosas, y pueden rápidamente descender en calumnia, mentiras e incluso demandas legales. Tenemos que resistir la tentación de caer en lo mismo.

Esteban ante el Consejo

12 Agitaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la ley. Se apoderaron de Esteban y lo llevaron ante el Consejo. 13 Presentaron testigos falsos, que declararon: «Este hombre no deja de hablar contra este lugar santo y contra la ley. 14 Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés».

Estos no son los líderes de los judíos que agitan al pueblo; son de una sinagoga de extranjeros, pero solo unas pocas personas pueden causar caos. Con tanta gente, fácilmente se apoderaron de Esteban y lo llevaron ante el Consejo (o el Concilio) de los líderes judíos. Al igual que con Jesús, un juicio justo sería imposible con estas mentiras. Es interesante que sus acusaciones se centren en un edificio (el templo) y tradiciones. Este es el tercero (y más fuerte) de los intentos del diablo de destruir la iglesia.

¿Había alguna base para sus acusaciones? Es cierto que Jesús dijo que su cuerpo espiritual, la iglesia, tomaría el lugar del templo. Jerusalén ya no sería el centro del culto. Jesús también profetizó, correctamente, que ese templo sería destruido. De hecho, fue destruido por los romanos en el 70 d.C., y nunca fue reconstruido. Jesús también habló frecuentemente en contra de las tradiciones que los judíos guardaban fuera de la ley, más notable en el Sermón del Monte. Jesús mismo es el cumplimiento de la ley.

15 Todos los que estaban sentados en el Consejo fijaron la mirada en Esteban y vieron que su rostro se parecía al de un ángel.

No podían dejar de mirar al rostro de Esteban; nunca habían visto a un hombre tan parecido a un ángel. En la Biblia, solo el rostro de Moisés brilló así.

La predicación de Esteban

El capítulo seis es el capítulo más breve de Hechos; el séptimo es el más largo. La mayor parte de ese capítulo es la prédica de Esteban al Consejo. Empieza con un resumen de la historia de Israel, en cuatro épocas:

  1. Abraham y los patriarcas (7:2-8).
  2. José y el exilio en Egipto (9-19).
  3. Moisés y el éxodo en el desierto (20-44). Señala la rebelión del pueblo y su deseo de volver a Egipto como la primera evidencia de la dureza de sus corazones.
  4. David y Solomón y el establecimiento de la monarquía (45-50).

En cada una de esas épocas, la presencia de Dios no se limitaba a un solo lugar. Dios es un dios vivo, que se mueve y hace cosas nuevas. El Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas (7:48). Así, Esteban despreció la importancia que daban al templo (y nos da una pausa para reflexionar sobre nuestra atracción por los edificios).

Ellos escucharon atentamente hasta ese punto, pero entonces Esteban los condena y no pueden tolerar más:

51 »¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a este lo han traicionado y asesinado 53 ustedes, que recibieron la ley promulgada por medio de ángeles y no la han obedecido».

Este es un hombre valiente, sin temor ninguno, sabiendo que probablemente lo matarían. Una y otra vez denuncia a estos líderes del país y de la religión:

  • Son tercos.
  • Duros de corazón.
  • Torpes de oídos.
  • Iguales a sus antepasados; siempre resisten al Espíritu Santo.
  • Igual a ellos, persiguen a los profetas de Dios.
  • Mataron a Juan el Bautista, quien anunció la venida del Mesías de antemano.
  • Traicionaron y asesinaron a Jesús, el Justo.

Tenían el gran privilegio de recibir la ley promulgada por medio de ángeles. ¡La misma ley que los acusadores de Esteban dicen que él habla en contra, y ellos no la han obedecido! Con esa condenación, ¿qué otra opción tienen estos líderes?

El primer mártir

54 Al oír esto, rechinando los dientes montaron en cólera contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios.

56 —¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!

Las piedras no le importan a Esteban. ¡Ya ha visto a Jesús y la gloria del cielo! Pensamos en Cristo sentado a la diestra del Padre, pero aquí está de pie, tal vez listo para recibir a Esteban.

57 Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él, 58 lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores le encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo.

Esta es la presentación de Saulo. Quizás él era parte del grupo de extranjeros, como era de Tarso y de habla griega. No participó en la lapidación, pero el primer versículo del capítulo ocho dice: Y Saulo estaba allí, aprobando la muerte de Esteban (¿por qué alguien separó ese versículo del capítulo siete?). Es casi como Saulo estuviera supervisando su muerte.

Es difícil aceptar el cambio y confesar estar equivocados. Por desgracia, a lo largo de los siglos de la historia de la iglesia, muchas personas murieron a manos de otros cristianos que no querían aceptar el cambio, no querían renunciar su posición y no querían confesar que estaban equivocados o en pecado.

59 Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. —Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.— 60 Luego cayó de rodillas y gritó: —¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!— Cuando hubo dicho esto, murió (griego: durmió).

Al igual que Jesucristo, mientras muere, pide perdón por sus asesinos. Y así murió el primer mártir cristiano. ¿Por qué permitiría Dios que alguien tan donado y piadoso muriera así? Esas son las preguntas que son difíciles de contestar. Pero ese día empezó una obra poderosa en la vida del joven Saulo, y la persecución resultó en un gran crecimiento para la iglesia.