Deuteronomio 7  Hermosas promesas de Dios y sus condiciones

¿Cuál es? ¿La soberanía absoluta de Dios? ¿O el libre albedrío del hombre? ¿O ambos? La Biblia habla claramente de Dios trabajando poderosamente a nuestro favor, pero también está claro que hay una respuesta requerida. La maravilla es que el Dios del universo ha elegido trabajar en colaboración con nosotros. La oración es una de las expresiones más claras de esa realidad. Qué bueno saber que Dios tiene planes que nada ni nadie puede cambiar. Por ejemplo, a pesar de toda la incredulidad y oposición que Jesús enfrentó, nada podría detener el plan de salvación de Dios. Y a pesar de la rebelión persistente de Israel en el éxodo, Dios va a establecer a un pueblo en la Tierra Prometida. Solo podría ser Caleb y Josué y sus familias, pero va a levantar a alguien que lo haga.

Sí, Dios es soberano y todopoderoso. Esta porción de los mensajes finales de Moisés a los hebreos comienza con una afirmación alentadora y dramática de eso.

La cuestión es “cuándo,” no “si” sucederá

1»El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que vas a poseer, y expulsará de tu presencia a siete naciones más grandes y fuertes que tú, que son los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.Cuando el Señor tu Dios te las haya entregado y tú las hayas derrotado…

La palabra “si” nunca aparece en estos versos. En cambio, vemos las palabras “cuando,” “hará” y “expulsará.”

Dios no los libró de Egipto y los guió cuarenta años por el desierto para dejarlos sin cruzar el río Jordán y entrar en la tierra que Él les prometió. Él se asegurará que la consigan:

  • Él los hará entrar en ella.
  • Entregará a ellos sus habitantes.
  • Expulsará a esas naciones paganas.
  • Él luchará por Israel y derrotará al enemigo.

Se trata totalmente de Dios. Solos, la tarea sería desalentadora. Cada una de estas siete naciones era más grande y más fuerte que Israel, pero eso no es un problema. Puedo ver a Dios sonriendo cuando Él dice eso, porque va a ser obvio para todos que la única manera posible de vencerlos sería por el poder de Dios.

¿Hay cosas que Dios claramente ha prometido que tú has colocado en la categoría de «si»? ¡Deja esa incredulidad! Cuando Dios dice «cuando,» ¡lo dice en serio! ¡Sucederá! ¿A qué te enfrentas que puede ser más grande y más fuerte que tú? ¿Has dejado que te intimide? Alaba a Dios y espera un milagro. ¡Él entregará a esos enemigos en tu mano! No se trata de si, ¡sino de cuando! Solo asegúrate de estar en la voluntad de Dios, y de que estás entrando en una tierra que Él te ha prometido y enfrentas a un verdadero enemigo de Dios. Dios establece la agenda. Es su plan; nosotros no decidimos lo que queremos y luego declaramos que Dios nos lo dará.

Esta parte es buenísima. ¿No te anima ser recordado del poder de Dios y sus planes soberanos? Pero hay más. Ahora llegamos a nuestra parte.

Un llamado a la santidad

2Deberás destruirlas por completo. No harás ningún pacto con ellas, ni les tendrás compasión. Tampoco te unirás en matrimonio con ninguna de esas naciones; no darás tus hijas a sus hijos ni tomarás sus hijas para tus hijos, porque ellas los apartarán del Señor y los harán servir a otros dioses. Entonces la ira del Señor se encenderá contra ti y te destruirá de inmediato.

»Esto es lo que harás con esas naciones: Destruirás sus altares, romperás sus piedras sagradas, derribarás sus imágenes de la diosa Aserá y les prenderás fuego a sus ídolos. Porque para el Señor tu Dios tú eres un pueblo santo; él te eligió para que fueras su posesión exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.

Dios ha hecho su parte. Él murió en la cruz para perdonar tu pecado, y te dio su Espíritu Santo para ayudarte a obedecerlo. Eso es genial. Ahora te toca a ti levantarte y hacer tu parte. Comparado con lo que Dios ha hecho, no parece tan difícil.

  • El enemigo fue derrotado. Ahora cada rastro de él debe ser destruido. Es parecido a destruir cada célula cancerosa. Solo una puede matarte. No dejes nada que el diablo pueda utilizar en tu contra. Satanás fue vencido en la cruz, pero por ahora todavía anda alrededor como león rugiente, buscando a quién devorar. Ahora que estamos en Cristo, tenemos que limpiar la casa y destruir todo lo que le pertenecía. ¿Hay algo que tengas que botar?
  • Este no es el momento para el amor y la misericordia. No se puede hacer concesiones con el pecado o el diablo. Él se aprovechará de la menor vacilación de tu parte. Ten cuidado de no poner estas típicas excusas:
    • «Una sola cerveza estará bien.»
    • «Películas con sexo no hay un problema para mi.»
    • «Esta chica es tan agradable. ¡Si fuese mi novia, ella llegaría a conocer a Cristo!»
    • «Nadie sabrá si tomo esto de mi trabajo.»
  • Casarse con una no creyente está prohibido. No salgas con ella, no importa cuán maravillosa pueda ser. No importa si está «espiritualmente abierta.»
  • Haz todo lo posible para asegurarte de que tus hijos solo se casen con creyentes. Gente que no conoce a Cristo los apartarán del Señor.
  • Limpia la casa. Quita cualquier rastro de la idolatría o falsa religión. ¿Se ha convertido la televisión en un ídolo para ti? ¿Eres incapaz de resistir la sensualidad de Internet? ¿Tienes que deshacerte de algunas películas, libros, revistas o fotos?

Tú puedes ser salvo, pero aún puedes incitar a la ira del Señor al hacer concesiones al mundo y no vivir en santidad:

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios (Santiago 4:4).

»Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas (Mateo 6:24).

Si no tomas a Dios en serio, Él puede convertirse en tu enemigo y destruirte. No te engañes. Estudia la historia de Israel. Muchas veces culpamos al diablo, cuando en realidad puede ser el juicio de Dios contra nuestro pecado.

¡Es duro ser conocido como un fanático! ¡Queremos ser como todos los demás! ¡Pero tú no eres como ellos! ¡Tú eres cristiano! ¡Eres parte del pueblo santo de Dios! Él te compró con su sangre y le perteneces a Él, si de verdad has entregado tu vida a Cristo.

Dios te ha escogido

El concepto de elección no cae bien a muchos cristianos, pero ahí está, claramente, en el versículo seis: Dios los eligió. No estaban buscando a Dios; Él vino a ellos. ¡Él los escogió para ser su posesión exclusiva, su tesoro! ¿Crees que es demasiado controlador? ¿Te hace retorcer un poco? ¿Buscas argumentos en contra de la elección? ¡Espera un minuto! ¿Qué podría ser mejor que ser la posesión atesorada de Dios? ¿Quién no quiere ser elegido por Dios? ¡Alábale que eres elegido!

La elección no debe ser una fuente de vanidad u orgullo. Mira lo que dice a continuación:

»El Señor se encariñó contigo y te eligió, aunque no eras el pueblo más numeroso sino el más insignificante de todos. Lo hizo porque te ama y quería cumplir su juramento a tus antepasados; por eso te rescató del poder del faraón, el rey de Egipto, y te sacó de la esclavitud con gran despliegue de fuerza.

»Reconoce, por tanto, que el Señor tú Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos, 10 pero que destruye a quienes lo odian y no se tarda en darles su merecido. 11 Por eso debes obedecer los mandamientos, los preceptos y las normas que hoy te mando que cumplas.

¿Es porque tú eres tan especial que Dios te elije, te llama y te guarda? No, e Israel tampoco fue especial. Era una tribu pequeña e insignificante. Su última ocupación fue esclavo. Ninguno de los patriarcas – Abraham, Jacob y sus hijos – eran perfectos. Abraham tenía sus defectos, pero creyó a Dios y caminaba con Él, y Dios lo amaba y le era fiel.

¿No es maravilloso que Dios se encariñó contigo? Si lo amas y guardas sus mandamientos, esas bendiciones fluirán a tus hijos y a sus descendientes. Pero si odias y rechazas a Dios y vives a tu manera, Él traerá una maldición sobre tus hijos y habrá devastación en tu vida ahora.

No por tu justicia

Más tarde, en otro mensaje, Moisés vuelve al mismo tema (9:4-6):

»Cuando el Señor tu Dios los haya arrojado lejos de ti, no vayas a pensar: “El Señor me ha traído hasta aquí, por mi propia justicia, para tomar posesión de esta tierra.” ¡No! El Señor expulsará a esas naciones por la maldad que las caracteriza. De modo que no es por tu justicia ni por tu rectitud por lo que vas a tomar posesión de su tierra. ¡No! La propia maldad de esas naciones hará que el Señor tu Dios las arroje lejos de ti. Así cumplirá lo que juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Entiende bien que eres un pueblo terco, y que tu justicia y tu rectitud no tienen nada que ver con que el Señor tu Dios te dé en posesión esta buena tierra.

¡Tres veces dice «No fue por tu justicia»! El mensaje es muy claro: La elección no se basa en nuestras obras. Dios nos elige y nos salva, y luego nosotros respondemos con buenas obras. Nuestra justicia es como trapos de inmundicia. No somos mucho mejor que los tercos hijos de Israel de dura cerviz.

Dios no fue arbitrario en la destrucción de las naciones en la Tierra Prometida; se merecían su juicio. Era su maldad, y no la justicia de Israel, que resultó en su destrucción. Y si se enorgullecen porque Dios los eligió, en los siguientes versos Moisés les recuerda el becerro de oro.

Ahora volvemos al capítulo siete.

Bendiciones condicionales

12 »Si prestas atención a estas normas, y las cumples y las obedeces, entonces el Señor tu Dios cumplirá el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados, y te mostrará su amor fiel. 13 Te amará, te multiplicará y bendecirá el fruto de tu vientre, y también el fruto de la tierra que juró a tus antepasados que les daría. Es decir, bendecirá el trigo, el vino y el aceite, y las crías de tus ganados y los corderos de tus rebaños. 14 Bendito serás, más que cualquier otro pueblo; no habrá entre los tuyos hombre ni mujer estéril, ni habrá un solo animal de tus ganados que se quede sin cría. 15 El Señor te mantendrá libre de toda enfermedad y alejará de ti las horribles enfermedades que conociste en Egipto; en cambio, las reservará para tus enemigos. 16 Destruye a todos los pueblos que el Señor tu Dios entregue en tus manos. No te apiades de ellos ni sirvas a sus dioses, para que no te sean una trampa mortal.

Si… prestan atención a la Palabra de Dios y la guardan.

Si… destruyen a todos los habitantes de la tierra y cualquier rastro de su religión.

Entonces…tienen asegurada una gran bendición. Pero está condicionada a su obediencia. Casi todos los pactos de la Biblia son condicionales. Dios siempre será fiel a su parte, pero si no siguen a Dios totalmente, caerán en una trampa mortal. Demasiados cristianos viven con esas trampas debido a su obediencia incompleta.

¿Realmente vale la pena aferrarte a las cosas del mundo? Mira lo que está prometido si hacen cosas a la manera de Dios:

  • Su amor.
  • Sus bendiciones.
  • Números aumentados.
  • No infertilidad; el fruto del vientre será bendecido, ¡tanto humano como animal!
  • Sus cultivos y rebaños serán altamente productivos.
  • ¡Dios los mantendrá libre de toda enfermedad! No estamos hablando solo de curación, ¡esto es el verdadero cuidado preventivo! ¡Dios puede protegerte de la enfermedad!

Por otro lado, va a afligir a sus enemigos con enfermedades. ¿Qué? ¿Dios puede causar enfermedad? Eso es lo que dice, como un juicio sobre aquellos que lo aborrecen.

Estas escrituras de tantas bendiciones encantan a los predicadores de la prosperidad. Por desgracia, pasan por alto la necesidad de vivir de acuerdo con toda la palabra de Dios, lo que elimina la avaricia y una vida egocéntrica. Pero, ¡gloria a Dios! Como buen padre, Dios se deleita en bendecir a los que son fieles a Él. Pero nosotros tenemos que mantener un equilibrio.

¡No tengas miedo!

17 »Tal vez te preguntes: “¿Cómo podré expulsar a estas naciones, si son más numerosas que yo?” 18 Pero no les temas; recuerda bien lo que el Señor tu Dios hizo contra el faraón y contra todo Egipto. 19 Con tus propios ojos viste las grandes pruebas, señales y prodigios milagrosos que con gran despliegue de fuerza y de poder realizó el Señor tu Dios para sacarte de Egipto, y lo mismo hará contra todos los pueblos a quienes ahora temes. 20 Además, el Señor tu Dios enviará contra ellos avispas, hasta que hayan perecido todos los sobrevivientes y aun los que intenten esconderse de ti. 21 No te asustes ante ellos, pues el Señor tu Dios, el Dios grande y temible, está contigo.

¿Hay algún enemigo morando en tu «tierra» que parece imposible de expulsar? ¿Has fracasado una y otra vez en tus esfuerzos para cambiar tu vida con programas de pastillas, autoayuda y psicoterapia? ¿Vives con temor del enemigo? ¿Estás dominado por el alcohol? ¿Atado por las drogas? ¿Adicto a la pornografía? ¿Es el dinero un ídolo? ¿Eres mujeriego?

No pienses en ti y en tu habilidad para superar ese pecado. ¡Piensa en Dios! Él está contigo, como lo estaba con Israel. Pero tú tienes mucho más: ¡su Espíritu mora dentro de ti! ¡Piensa en lo grande e impresionante que es Dios! ¡Piensa en su amor por ti! Ese amor perfecto echará fuera todo el temor. Confía en Él y en su promesa de entrar en la tierra de tu enemigo y echar fuera lo que te esclaviza. Lee la Biblia de nuevo para ver todo lo que Dios ha hecho en el pasado. Lee testimonios y alimenta tu alma con comunión y enseñanza sólida en una buena iglesia. Lo que Dios ha hecho para los demás, ¡lo hará por ti!

La santificación cuesta tiempo y esfuerzo

22 El Señor tu Dios expulsará a las naciones que te salgan al paso, pero lo hará poco a poco. No las eliminarás a todas de una sola vez, para que los animales salvajes no se multipliquen ni invadan tu territorio. 23 El Señor tu Dios entregará a esas naciones en tus manos, y las llenará de gran confusión hasta destruirlas. 24 Pondrá a sus reyes bajo tu poder, y de sus nombres tú borrarás hasta el recuerdo. Ninguna de esas naciones podrá resistir tu presencia, porque tú las destruirás. 25 Pero tú deberás quemar en el fuego las esculturas de sus dioses. No codicies la plata y el oro que las recubren, ni caigas en la trampa de quedarte con ellas, pues eso es algo que aborrece el Señor tu Dios. 26 No metas en tu casa nada que sea abominable. Todo eso debe ser destruido. Recházalo y detéstalo por completo, para que no seas destruido tú también.

Sería genial si Dios pudiera eliminar instantáneamente todo deseo pecaminoso y darnos una victoria completa. Sería más fácil para Israel despertarse una mañana y encontrar la tierra libre de todos sus habitantes y lista para cosechar. Pero habría muchas batallas y duro trabajo sembrando y cosechando.

Dios revela un principio muy importante de santificación aquí: Él nos libera del pecado poco a poco, lo que nos mantiene humildes y dependientes de Él, pero también nos permite desarrollar nuevos hábitos y profundizar nuestra comprensión de quién es Él y lo que quiere para nosotros. En este caso, si las naciones fueran eliminadas de inmediato, podrían llenarse de animales salvajes. Y en tu vida, si cada rastro del enemigo fuese eliminado al instante, es probable que no estarías listo para caminar en ese nivel de santidad; puede abrir una puerta al diablo.

Confía en el tiempo de Dios. Trabaja con Él. Confía en Él que nadie puede enfrentarse a ti. ¡Qué tremenda promesa!

Hay dos advertencias importantes sobre cosas que fácilmente pueden hacernos tropezar:

  • Ten cuidado con el oro y la plata. Sobre todo el dinero sucio, y codiciando el dinero. Ten en cuenta que Dios no les promete riquezas; buenas cosechas y grandes rebaños, sí. Plata y oro, no. No caigas en la trampa del dinero.
  • Ten cuidado de lo que traigas a tu casa, sobre todo lo que venga por medio de la tele o Internet. Sé vigilante con quien ingresa a tu casa, sobre todo cómo se relacionan con tus hijos pequeños. Mira los tipos de alimentos que dejas entrar. Sé un atalaya para tu familia.

¿Es este el momento?

Era casi la hora para Israel. Finalmente van a cosechar después de años de preparación. Dios anhelaba un pueblo que le diera gloria y fuera su posesión. El camino no ha sido fácil. El único hombre fiel a Dios durante todos esos años estaba a punto de morir. Pero Dios había hecho su parte; pronto se manifiestarían los frutos de sus labores.

¿Es este tu momento? ¿Ha sido duro el camino? ¿Puedes ver la mano de Dios en tu vida a través de los años? ¿Es este el momento de tomar la obediencia en serio y empezar a aprovechar todas las bendiciones de Dios? La Palabra de Dios está llena de promesas para ti. No se trata de si, sino de cuando. Tal vez este sea el momento.

 

Deuteronomio 6:4-19 El Shemá – corazón de la religión judía

Puede que Moisés no haya sido consciente de esto, pero éste es el corazón de la religión judía. Si no tienes en cuenta las divisiones de los capítulos (que fueron insertadas mucho más tarde), está claro que el versículo cuatro comienza un mensaje nuevo en esta serie de discursos finales. Los versículos 4 a 9 son el famoso Shemá (en hebreo, “oye”). Los judíos devotos aún recitan el versículo cuatro cada mañana y tarde, y a menudo dicen el Shemá cuando se acerca la muerte. La mezuzá, que está fijada junto a la puerta de la mayoría de los hogares judíos, también la contiene. Jesús estaba muy familiarizado con el Shemá, y lo citó como el mandamiento más importante.

Dios es uno

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (RVR)

Como la única religión monoteísta en el mundo en ese momento, el judaísmo estaba en marcado contraste con la multitud de ídolos y dioses paganos. Dios es uno, el único dios. Él no es una opción entre muchas, sino el único Dios verdadero. El politeísmo y sincretismo (la combinación de la adoración de Dios con otra religión) están prohibidos. Él es nuestro Dios. Lo hace personal, y le da a Israel un lugar especial como el pueblo escogido de Dios. Ahora, por su gracia, todos los creyentes pueden decir que Él es nuestro Dios.

En una referencia impresionante a la trinidad, la palabra hebrea (echad, traducida “uno”) puede implicar “unidad en diversidad.” Las diversas partes del tabernáculo hicieron una tienda de campaña (Éxodo 26:6), y el esposo y la esposa son una sola carne (Génesis 2:24). Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen» en Génesis. De hecho, la misma palabra usada para Dios aquí (Elohim) es el plural de El. Dios existe en tres personas distintas, pero es claramente un solo Dios, no tres. La trinidad es un misterio confirmado por las Escrituras, y (sin saberlo) por los judíos, cada vez que dicen el Shemá.

Con esa declaración clara de quién es Dios, Moisés presenta nuestra respuesta requerida, el mandamiento que resume la ley:

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Dios un padre amoroso

La relación viene antes de la obediencia legalista. El mayor es el amor, incluso bajo la ley. Puede que no pensemos que el amor es una parte importante del Antiguo Pacto, pero Dios también era un dios de amor en aquel entonces. Como padre amoroso, los guió en la columna de nube y fuego, y les proveyó maná y agua. Él los protegió y prometió bendiciones increíbles, si solo fuesen fieles a Él y a sus mandamientos:

El Señor su Dios marcha al frente y peleará por ustedes, como vieron que lo hizo en Egipto y en el desierto. Por todo el camino que han recorrido, hasta llegar a este lugar, ustedes han visto cómo el Señor su Dios los ha guiado, como lo hace un padre con su hijo.”

A pesar de eso, ninguno de ustedes confió en el Señor su Dios, que se adelantaba a ustedes para buscarles dónde acampar. De noche lo hacía con fuego, para que vieran el camino a seguir, y de día los acompañaba con una nube (Deuteronomio 1:30-33).

Dios quería un pueblo para sí mismo, una novia; al igual que un hombre corteja a una dama y anhela su amor a cambio. Él espera que ellos respondan a su cuidado con amor y fe, pero no hemos visto mucha evidencia del amor de los hebreos para Dios durante estos cuarenta años en el desierto. Se quejaron de Él y caminaron en temor de su juicio. Necesitarán más que obediencia a regañadientes para prosperar espiritualmente en la Tierra Prometida. Como muchos cristianos han descubierto, eso no dura mucho; da lugar al resentimiento y luego a la rebelión. La obediencia debe fluir del amor.

Amor total e incondicional

La palabra hebrea usada para amor (‘ahebh) se refiere a la obligación de cuidar y valorar a alguien, por lo general en el contexto de la relación esposo/esposa o padre/hijo. No hay sentido de amor sexual o romántico. Cuando el Antiguo Testamento fue traducido al griego (la Septuaginta) usaron una forma de ágape (el amor incondicional de Dios) en este versículo.

Dios exige nuestro amor total:

  • El espíritu: Con todo nuestro corazón. Nuestras emociones y la parte más profunda de quienes somos. Nuestra devoción debe ser indivisa.
  • El alma: Con toda nuestra alma. La voluntad.
  • El cuerpo: Con todas nuestras fuerzas. El amor se manifiesta en obediencia y acciones. No solo en palabras, sino con total dedicación en todo lo que hacemos.

La importancia de este mandato fue afirmada fuertemente por Jesús:

Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?

Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.

Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.

Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle (Marcos 12:28-34).

Jesús cita directamente el Shemá, y agrega «con toda tu mente.» Para el segundo mandamiento (ama a tu prójimo), Jesús cita Levítico 19:18. En el pasaje paralelo en Mateo 22:40 Jesús hace la notable afirmación: «De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.» En la parábola del buen samaritano, el escriba los cita como el resumen de la ley, y Jesús dice: «Haz esto y vivirás.»

¿Cómo te va en tu amor por Dios? ¿Tienes algún concepto de lo que significa el amor para Dios? Si es tan importante, yo creo que si pides sinceramente, Dios te ayudará a comprender y vivir ese amor. Por naturaleza, somos egocéntricos, por lo que una de las lecciones claves de la vida es aprender a amar con amor ágape (no el amor romántico o erótico que vemos en el cine y en la televisión). Dios a menudo te trae personas difíciles de amar para que te enseñen a amar. El matrimonio, la familia y la iglesia son buenos lugares para aprender sobre el amor.

El lugar central de la Palabra

Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. 

El primer paso esencial para el éxito es amar a Dios. El segundo es mover la Palabra de Dios de la cabeza al corazón. Medita en ella. Manténla delante de ti continuamente, central en tus pensamientos, para moldear tu vida y guiar tus decisiones diarias.

Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.

Si conoces a un judío, es posible que hayas visto su mezuzá (hebrea para “poste de la puerta”). Contiene una copia del pergamino de estos mismos versos (4 a 9), el Shemá. Para atar la ley a sus manos y frente, filacterias (hebreo: tefilín; pequeñas cajas de escrituras), están atadas con correas de cuero. Por lo general, los judíos devotos los usan solo en oración. ¿Es eficaz? Honestamente, yo no lo creo, y no creo que fuera la intención de Dios en este mandamiento. Ellas mantienen la ley externa, en una caja. Es como nosotros con una hermosa Biblia en la mesa o estante. Jesús habló del peligro de una demostración externa en Mateo 23:5, al condenar a los escribas y fariseos: Todo lo hacen para que la gente los vea: Usan filacterias grandes y adornan sus ropas con borlas vistosas. En cambio, la Palabra debe guiar todo lo que hacemos con nuestras manos, y ser un filtro para todo lo que entra en nuestras mentes.

La palabra de Dios tiene que ocupar un lugar destacado en nuestros hogares y familias. Debe ser un tema central de conversación con nuestros hijos. Es mucho más que una lectura Bíblica; tienes que explicarla y vivirla. Ellos deben vernos dar prioridad a la palabra en la vida cotidiana. Cuando nos reunimos con otros creyentes, gran parte de nuestra comunión debe girar en torno a la Palabra.

¿Qué hay de ti? ¿Qué papel juegan las Escrituras en tu vida familiar? Con el teléfono celular omnipresente y el entretenimiento sin fin, es difícil para muchos dedicar más de unos minutos a la Palabra de Dios. Pero si en serio vamos a amar a Dios, tenemos que tomar en serio lo que Él ha dicho.

Ese es el final del Shemá, pero no el fin del mensaje de Moisés.

El peligro de la prosperidad

10 »El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que les juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es una tierra con ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste, 11 con casas llenas de toda clase de bienes que tú no acumulaste, con cisternas que no cavaste, y con viñas y olivares que no plantaste. Cuando comas de ellas y te sacies, 12 cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de Egipto, la tierra donde viviste en esclavitud.

Ellos nunca conocían esa abundancia. Sufrieron esclavitud bajo los egipcios durante cientos de años y pasaron los últimos cuarenta años vagando por el desierto. ¡Imagina pensar en ciudades grandes y prósperas! ¡Es como alguien de un pequeño pueblo en otro país que viaja a Nueva York! ¡Casas llenas de toda clase de cosas buenas! ¡Algo más que maná para comer! ¡Dios tiene una vida buena preparada para ellos!

Dios quiere bendecirnos, no de la manera avara y excesiva prometida por los predicadores de la prosperidad, sino con una vida buena. Dios aún puede saquear cosas del mundo para nosotros. Nada de lo que Israel recibiría aquí provendría del trabajo de sus manos. Tienen que luchar por ello, pero otros hicieron el trabajo; otros construyeron las ciudades y las casas encantadoras amuebladas, cavaron los pozos y plantaron todo tipo de plantas frutales. Ahora Israel va a cosechar los beneficios.

¡No olvides a Dios en los tiempos buenos!

Hay mucho peligro en las cosas del mundo; es fácil olvidar quién nos las dio y olvidar de dónde vinimos. Podemos empezar a sentirnos orgullosos y pensar que las conseguimos por la obra de nuestras manos. Y podemos ocuparnos tanto con los placeres que olvidamos las prioridades que Moisés acaba de presentar: amar a Dios y hacer que su Palabra sea central. Si obedecemos esos mandamientos, vamos a mantener una perspectiva saludable de las cosas buenas de esta vida, pero es una lucha constante no caer en la trampa del materialismo y el placer. No es suficiente cantar cuánto amamos a Dios, fervientemente proclamando «Te amo Señor» en la iglesia, y leer la Biblia durante unos quince minutos con la familia. Me temo que gran parte de la iglesia está en esa situación: Dios nos ha bendecido, y lo hemos olvidado.

Algunos consejos

13 »Teme al Señor tu Dios, sírvele solamente a él, y jura solo en su nombre. 

  • ¿Tienes un temor saludable de Dios?
  • ¿Te das cuenta de que Dios puede quitar todas esas bendiciones si quisiera?
  • ¿Le sirves a Dios? ¿Participas activamente en su obra, incluso si tienes un trabajo secular a tiempo completo? “Servir” también se puede traducir como “adorar.” Nuestro servicio a Dios es adoración, tal vez más importante que cantar alabanzas.

14 No sigas a esos dioses de los pueblos que te rodean, 15 pues el Señor tu Dios está contigo y es un Dios celoso; no vaya a ser que su ira se encienda contra ti y te borre de la faz de la tierra.

  • ¿Cuáles son los dioses de la gente que te rodean?
  • ¿Qué implicaría seguirlos?
  • ¿Has hecho algo para inflamar los celos de Dios?

¿No estamos protegidos de la ira de Dios por el amor de Cristo? Podemos pensar que la amenaza de destrucción fue solo para los hebreos, y es cierto que la vemos en el Antiguo Testamento. Pero no te dejes engañar: hay un juicio venidero (aunque puede retrasarse), cuando tendremos que dar cuenta de todo lo que hemos hecho.

16 »No pongas a prueba al Señor tu Dios, como lo hiciste en Masá. 

Israel probó (o tentó) a Dios en Masah, quejándose de la falta de agua. Refunfuñar y quejarse son una forma de tentar o poner a Dios a prueba, y Él lo odia. Otra forma es probar hasta dónde podemos pecar y aún así mantener su favor. Jesús citó este versículo contra Satanás en sus tentaciones. ¿Está el diablo tentándote a poner a prueba a Dios? ¿Estás poniendo a prueba a Dios ahora?

17 Cumple cuidadosamente los mandamientos del Señor tu Dios, y los mandatos y preceptos que te ha dado. 18 Haz lo que es recto y bueno a los ojos del Señor, para que te vaya bien y tomes posesión de la buena tierra que el Señor les juró a tus antepasados. 19 El Señor arrojará a todos los enemigos que encuentres en tu camino, tal como te lo prometió.

Es tan importante que Moisés lo repetirá muchas veces: Obedece los mandamientos de Dios. Cuando lo hagamos, nos irá bien. Vamos a experimentar las bendiciones de las promesas de Dios, reclamaremos más de lo que pertenecía al diablo y echaremos fuera a todos nuestros enemigos a través del poder de Dios.

Seguir a Cristo es muy simple, pero también muy difícil, por lo que muchas personas prefieren una religión de obras. Si podemos marcar las casillas (fui a la iglesia, leo la Biblia todos los días, oro quince minutos cada mañana), y evitar los peores pecados (porno, alcohol, malas palabras), sentimos que estamos bien. Es mucho más difícil tratar con el corazón y aprender lo que significa amar a Dios y al prójimo, pero es infinitamente más gratificante. Durante miles de años, el Shemá ha recordado a los judíos a diario lo que es más importante. Síguelo, para que te vaya bien.

Deuteronomio 4:1-40  Rescatado del horno

Cada cristiano probablemente ha soportado un sermón que parecía interminable. Por otro lado, algunos predicadores son tan buenos que el tiempo pasa volando. No sabemos cuánto duraron los mensajes finales de Moisés; es obvio que él tenía mucho que decir. Su mayor preocupación, dado que había pasado cuarenta años sufriendo las quejas y la rebelión del pueblo, fue la importancia de la obediencia a Dios y las graves consecuencias de la desobediencia.

Hemos caminado con este gran hombre a través de muchas experiencias. Ahora es viejo, y sabe que su muerte está cerca. Escúchalo como a un padre. Escucha a su corazón:

1»Ahora, Israel, escucha con atención los decretos y las ordenanzas que estoy a punto de enseñarte. Obedécelos para que vivas y para que puedas entrar y poseer la tierra que el Señor, Dios de tus antepasados, te da. No agregues ni quites nada a estos mandatos que te doy. Simplemente obedece los mandatos del Señor tu Dios que te doy.

Sus primeros consejos

  • Escucha la Palabra de Dios. Alguien tiene que escuchar y luego enseñar lo que ha escuchado. No es la opinión de Moisés, sino losmandatos del Dios todopoderoso.
  • Es interesante que él diga «Yo estoy a punto de enseñar» estas leyes, dado que lleva casi cuarenta años enseñándolas.
  • Ten cuidado de no agregar ni quitar nada de lo que Dios ha dicho. Cada palabra es importante. Es muy presuntuoso para nosotros pensar que podemos cambiar la Palabra de Dios.
  • El próximo paso es sencillo, pero muy difícil: Hazlo. Sigue el corazón de Dios como se revela en su Palabra. Guarda todos sus mandamientos.
  • Cuando lo hacemos, Dios tiene recompensas para nosotros. Él tiene algo que dar: la vida. Él tiene planes para nosotros. Si caminamos con Él, podemos entrar en esos planes y tomar posesión de todo lo que Dios ha preparado para nosotros.

»Tú viste con tus propios ojos lo que el Señor te hizo en Baal-peor. Allí, el Señor tu Dios destruyó a todos los que habían rendido culto a Baal, el dios de Peor. Sin embargo, ustedes, todos los que fueron fieles al Señor su Dios, todavía siguen vivos; todos y cada uno de ustedes.

Están recibiendo sus mandatos en el contexto de los milagros que han experimentado (como el maná diario), y saben que cuando Dios habla, está en serio. La idolatría trae devastación. La memoria viva de toda la gente que murió en Baal-peor (Números 25) debería impulsarlos a obedecer, e inculcar un temor sano de Dios.

Un testimonio a las naciones

»Mira, ahora te enseño decretos y ordenanzas tal como me lo encargó el Señor mi Dios, para que los obedezcas en la tierra donde estás a punto de entrar y que vas a poseer. Síguelos al pie de la letra y darás a conocer tu sabiduría y tu inteligencia a las naciones vecinas. Cuando esas naciones se enteren de todos estos decretos, exclamarán: “¡Qué sabio y prudente es el pueblo de esa gran nación!”. Pues, ¿qué gran nación tiene un dios que esté tan cerca de ellos de la manera que el Señor nuestro Dios está cerca de nosotros cada vez que lo invocamos? ¿Y qué gran nación tiene decretos y ordenanzas tan justas e imparciales como este conjunto de leyes que te entrego hoy?

Moisés ha hecho su parte. Ha sido obediente para enseñar lo que Dios le ha dado. Esos mandatos no eran solo para el Éxodo; ese fue un período de formación para que siguieran a Dios en la Tierra Prometida, pero Dios tiene un propósito más allá de bendicirlos. Aunque el Antiguo Testamento parece centrarse en Israel, desde el principio Dios quería a todas las naciones para su posesión. Israel era el vehículo que Dios quería usar para mostrar su grandeza.

  • Otros que nunca han oído hablar del verdadero Dios se impresionarán con la sabiduría y el entendimiento que provienen de vivir su Palabra.
  • El pueblo de Dios debe tener una reputación de ser sabio y entendido. Será tan evidente, que será anunciado en toda la tierra que hay algo especial en este país.
  • Dios también responde a la oración, para que otros puedan ver que está vivo y cerca de su pueblo.
  • Nadie más en ese momento tuvo el gran privilegio de esta enseñanza y la bendición del Dios todopoderoso en sus vidas como resultado de su obediencia.

¿Cuándo fue la última vez que escuchaste a gente maravillarse de los cristianos porque es tan obvio que la Palabra de Dios es viva y eficaz en el mundo de hoy? ¿Vivimos de tal manera que otros estén impresionados que Dios nos haya confiado su Palabra?

Puede parecer contradictorio que Dios quisiera a Israel como testigo a las naciones, cuando estaba a punto de destruir a toda la gente de la Tierra Prometida. Pero eso sirvió para asegurar un testimonio puro (no contaminado por idolatría u otro pecado) para el resto del mundo.

Recuerda lo que Dios ha hecho

»¡Pero cuidado! Asegúrate de nunca olvidar lo que viste con tus propios ojos. ¡No dejes que esas experiencias se te borren de la mente mientras vivas! Y asegúrate de transmitirlas a tus hijos y a tus nietos. 10 Jamás te olvides del día que estuviste ante el Señor tu Dios en el monte Sinaí, donde él me dijo: “Convoca al pueblo para que se presente ante mí, y yo mismo lo instruiré. Entonces ellos aprenderán a temerme toda su vida y les enseñarán a sus hijos que también me teman”.

11 »Ustedes se acercaron y se pararon al pie del monte mientras las llamas de fuego se elevaban hacia el cielo. El monte estaba envuelto en nubes negras y en una densa oscuridad.12 Entonces el Señor les habló desde en medio del fuego. Ustedes oyeron el sonido de sus palabras pero no vieron ninguna figura; solo había una voz. 13 Él proclamó su pacto, los diez mandamientos, los cuales escribió en dos tablas de piedra y les ordenó que los cumplieran. 14 Fue en esa ocasión que el Señor me ordenó que les enseñara sus decretos y ordenanzas, para que ustedes los obedecieran en la tierra donde están a punto de entrar y que van a poseer.

¿Qué experiencias especiales has tenido en el Señor?

  • ¿Su increíble amor y perdón cuando recibiste a Jesús?
  • ¿Tu bautismo? ¿O el bautismo en el Espíritu?
  • ¿La primera vez que presentaste a alguien al Señor o fuiste utilizado por Dios para ministrar sanidad?

La mayor parte de lo que Moisés los llama a recordar sucedió cuando eran niños; todos los adultos que salieron de Egipto ya habían muerto, pero el recuerdo de Dios hablando del fuego en medio de la oscuridad sería inolvidable.

Las instrucciones de Moisés a los israelitas también se aplican a ti:

  • Ten cuidado
  • Guárdate, y guarda tu alma con diligencia
  • No te olvides de lo que has visto
  • No borres de tu mente tus experiencias en el Señor
  • Cuéntalas y enséñalas a tus hijos y nietos

¿Por qué Moisés tiene que decir esto? ¡Porque tenemos memorias cortas! Sin un esfuerzo consciente, puedes olvidar lo que fue tan real para ti ese día que aceptaste a Cristo. Por eso las fiestas como la Pascua eran tan importantes; son un recordatorio eterno de las grandes obras de Dios. Por eso los altares y los monumentos eran tan comunes. ¡Qué pérdida que muchos creyentes hoy minimizan las celebraciones del nacimiento, muerte y resurrección de Jesús! ¡Necesitamos que nos recuerde todo lo que Jesús hizo por nosotros!

  • ¿Mantienes un diario?
  • ¿Tienes fotos de eventos importantes en tu vida cristiana en Facebook o en casa?
  • ¿Hablas de esas experiencias con tu familia y hermanos cristianos?
  • ¿Dedicas tiempo para enseñar a tus hijos y nietos lo que Dios te ha enseñado?

Rescatado del horno

15 »¡Pero tengan mucho cuidado! Ustedes no vieron una figura del Señor el día que les habló desde en medio del fuego, en el monte Sinaí.16 Así que no se corrompan haciendo ídolos de ninguna clase, sea con figura de hombre o de mujer, 17 de animales de la tierra o de aves del cielo, 18 de animales pequeños que corren por el suelo o de peces de las profundidades del mar. 19 Además, cuando miren hacia los cielos y vean el sol, la luna y las estrellas —todas las fuerzas del cielo—, no caigan en la tentación de rendirles culto. El Señor su Dios se los dio a todos los pueblos de la tierra. 20 Recuerden que el Señor su Dios los rescató de ese horno de fundir hierro que es Egipto, para convertirlos en su propio pueblo y en su posesión más preciada, y eso es lo que ahora son.

¿En qué tipo de «horno de fundir hierro» estabas? ¿Qué hizo Dios para rescatarte de ello? Israel pasó más tiempo en el horno (en esclavitud), de lo que creían soportable. Dios hizo grandes prodigios para convencer al faraón a dejarlos irse, y los rescató. Probablemente lo hizo por ti también. Si todavía estás en ese horno, Dios tiene un propósito para que leas esto. ¡No te quedes en el horno más tiempo del necesario! ¡Busca a Dios! Si tienes seres queridos en el horno, ora y confía en que el mismo Dios que te sacó también los rescatará a ellos. ¡Dios hace todo esto para que Él tenga herederos! ¡Somos su propio pueblo y su posesión más preciada!

La idolatría y la adoración del sol y de la luna eran muy comunes en aquella época. A los hombres les gusta tener algo tangible para adorar. Están listos para dejar una relación con el Dios vivo para seguir un ídolo hecho por el hombre. Podemos menospreciar a los adoradores de ídolos, pero un ídolo es cualquier cosa que ocupa un lugar central en la vida y ocupa más de nuestro tiempo, energía y cariño que Dios. El teléfono celular, la computadora, los deportes, incluso tus hijos y la mujer que amas, pueden convertirse en ídolos.

Dios es un fuego consumidor

21 »Sin embargo, el Señor se enojó conmigo por culpa de ustedes. Juró que yo no cruzaría el río Jordán para entrar en la buena tierra que el Señor su Dios les da como su preciada posesión. 22 Ustedes cruzarán el Jordán para apoderarse de la tierra, pero yo no. En cambio, moriré aquí, al oriente del río. 23 Así que asegúrense de no romper el pacto que el Señor su Dios hizo con ustedes. No se hagan ídolos de ninguna imagen ni de ninguna forma, porque el Señor su Dios lo ha prohibido. 24 El Señor su Dios es un fuego devorador; él es Dios celoso.

Después de tantos años de servicio fiel, Moisés aprendió la dura lección que su pueblo ya había aprendido: no se puede jugar con Dios. En un momento de ira, golpeó la roca en lugar de hablarle para brotar agua, y como castigo no pudo entrar en la tierra. Nos centramos en el amor y las bendiciones de Dios, pero sigue siendo un fuego consumidor o devorador. Y es celoso; no hagas nada para despertar sus celos.

Busca a Dios con todo el corazón y toda el alma

25 »En el futuro, cuando tengan hijos y nietos, y hayan vivido en esa tierra por mucho tiempo, no se corrompan haciendo ídolos de ninguna clase. Esa práctica es mala a los ojos del Señor su Dios y provocará su enojo.

26 »Hoy pongo al cielo y a la tierra como testigos contra ustedes. Si rompen mi pacto, pronto desaparecerán de la tierra que poseerán al cruzar el Jordán. Vivirán allí poco tiempo y después serán destruidos por completo. 27 Pues el Señor los dispersará entre las naciones, donde solo unos pocos sobrevivirán. 28 Allí, en tierra extraña, rendirán culto a ídolos hechos de madera y de hierro, a dioses que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.29 Sin embargo, desde allí, buscarán nuevamente al Señor su Dios. Y si lo buscan con todo el corazón y con toda el alma, lo encontrarán.

30 »En un futuro lejano, cuando estén sufriendo todas esas cosas, finalmente regresarán al Señor su Dios y escucharán lo que él les dice.31 Pues el Señor su Dios es Dios compasivo; no los abandonará, ni los destruirá, ni se olvidará del pacto solemne que hizo con sus antepasados.

Con tiempo y comodidad tendemos a la complacencia. Con entusiasmo los hebreos afirmaron el pacto mientras Moisés estaba vivo, pero cuando se sientan cómodos en sus hogares disfrutando la vida buena, fácilmente se corruptarán. ¿Pueden simplemente descansar en la seguridad de las promesas pasadas de Dios? ¡No! Si dejan a Dios:

  • Desaparecerán de la tierra y serán destruidos.
  • Se dispersarán entre las naciones con pocos sobrevivientes.
  • Allí tendrán muchas oportunidades de rendir culto a ídolos.

Moisés está hablando proféticamente; eso es precisamente lo que sucedió. Y nosotros a menudo pasamos por el mismo ciclo: Dios bendice, caemos en complacencia, nos olvidamos de Él y sufrimos una gran pérdida en su juicio. Dios nos da el libre albedrío; podemos perseguir el «ídolo» tan importante para nosotros, pero llegamos al fondo y hacemos lo que Moisés profetizó: Buscamos al Señor y le obedecemos de nuevo.

¿Te has apartado de Dios? ¿Estás experimentando su disciplina? ¿Estás comenzando a buscarlo de nuevo? ¿Te preguntas por qué no lo has encontrado? La promesa de encontrarlo es para los que lo buscan con todo su corazón y toda su alma. Eso significa que no hay nada más importante. Es más que orar por el alivio de las dificultades. Te dedicas a sumergirte en su palabra y su presencia, y aprovechas cada oportunidad para acercarte a Él. He visto a muchas personas que se desaniman y abandonan la búsqueda de Dios porque lo buscan a medias, y luego se quejan cuando Él no lo arregla todo de inmediato.

Dios es un fuego consumidor, pero también es misericordioso y fiel a su pacto. Incluso en medio de nuestro pecado no nos abandona. Tú tienes un pacto con Dios sellado con la sangre de Jesús, que reafirmas cada vez que compartes la Cena del Señor. ¿Eres fiel a tu parte de ese pacto?

En el versículo 26 Moisés dijo que serían destruidos; en el 31, dice que no serán destruidos. ¿Es una contradicción? No; es cierto que Dios destruirá a los individuos, pero no destruirá a su pueblo. Él recuerda su pacto y siempre tendrá un remanente.

El único Dios verdadero

32 »Investiga toda la historia, desde el momento en que Dios creó a los seres humanos sobre la tierra hasta ahora, y busca desde un extremo del cielo hasta el otro. ¿Alguna vez se ha visto u oído algo tan grande como esto?33 ¿Hay alguna otra nación que haya escuchado la voz de Dios hablar desde el fuego —tal como la escuchaste tú— y haya sobrevivido?34 ¿Existe algún otro dios que se haya atrevido a sacar a una nación de otra nación y hacerla suya con mano fuerte y brazo poderoso por medio de pruebas, señales asombrosas, milagros, guerras, y hechos aterradores? Eso fue precisamente lo que el Señor tu Dios hizo por ti en Egipto, frente a tus propios ojos.

Somos parte de lo que se llama la historia de salvación; la historia de la obra de Dios con nosotros desde la creación. Hoy existe una ignorancia espantosa de la historia de la iglesia y de lo que Dios hizo en los siglos anteriores a Cristo. Hay muchas religiones en competencia, y muchos creen que todas son caminos válidos de alcanzar a Dios. Pero reflexiona sobre todas las cosas que sucedieron en el Antiguo Testamento, y la vida y la muerte sacrificial de Jesús. Estos son absolutamente únicos. La integridad de la Biblia debe fortalecer tu fe. Es importante también leer acerca de cómo Dios sigue trabajando en su pueblo hoy.

La obediencia: lo más importante

35 »Él te mostró esas cosas, para que supieras que el Señor es Dios y que no hay ningún otro. 36 Él te permitió oír su voz desde el cielo para instruirte. Te permitió ver su fuego poderoso aquí, en la tierra, para hablarte desde allí. 37 Debido a que él amó a tus antepasados, quiso bendecir a sus descendientes, así que él mismo te sacó de Egipto con un gran despliegue de poder. 38 Expulsó a naciones mucho más poderosas que tú para establecerte en la tierra de esas naciones y dártela a ti como preciada posesión, así como sucede hoy.

39 »Entonces recuerda lo siguiente y tenlo siempre presente: el Señor es Dios en los cielos y en la tierra, y no hay otro. 40 Si obedeces todos los decretos y los mandatos que te entrego hoy, les irá bien en todo a ti y a tus hijos. Te doy estas instrucciones para que disfrutes de una larga vida en la tierra que el Señor tu Dios te da para siempre».

La conclusión de reflexionar sobre todos estos hechos poderosos debe ser una fe sólida de que solo el Señor es Dios. Él nos amó y nos eligió, nos libró de la esclavitud y nos disciplina como padre. Él nos ha bendecido y nos da una herencia. Él desea que todo nos vaya bien y disfrutemos de una larga vida. Esa bendición fluirá entonces a tus hijos. ¿Cuál es tu parte?

  • Reconocer quién es Dios y adorarlo. La RVR dice reflexiona en tu corazón. Deja que pase del conocimiento cerebral a tu corazón en una relación viva.
  • Guarda sus decretos y órdenes. Obedécelo.

Hemos seguido a Israel durante cuarenta largos años. Finalmente están a punto de tomar posesión de la Tierra Prometida que fluye leche y miel. Moisés ha hecho todo lo posible para prepararlos. Dios les ha provisto todo lo que necesitan para hacerlo. Si conoces la historia, las cosas no salieron muy bien. Cualquier sea la situación de tu horno, puede que hayas sufrido a causa de tu rebelión y pecado. Ahora tienes la oportunidad de crecer en tu fe y vivir en la abundancia que Dios tiene para ti. Moisés está compartiendo su corazón con ellos. Toma sus palabras en serio.

Liberación: El hombre fuerte Mateo 12:22-37

Esta es la enseñanza más larga de Jesús sobre liberación: su respuesta a la acusación de los fariseos de que Él sanó por el poder del diablo. Lo hemos visto una y otra vez: el enfoque de Jesús era el Reino de Dios. Solo se metió con Satanás cuando fue necesario. Nosotros también debemos enfocarnos en el Señor y no prestar más atención al diablo de la necesaria. Tendemos a pensar en la guerra espiritual como una batalla entre iguales, pero Satanás no es omnipotente, omnisciente ni omnipresente: es un ángel caído, creado por Dios y bajo el control de Dios.

¿Liberación o curación?

22 Un día le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar.23 Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será éste el Hijo de David?»

¿Son liberación y curación lo mismo? Ciertamente están relacionadas. Un demonio puede ser la fuente de una enfermedad, pero no siempre. Hemos visto a hombres mudos y sordos; este hombre era ciego y mudo. Aunque la Biblia afirma que estaba endemoniado, no dice que Jesús echó fuera al demonio, sino que Él sanó al hombre. Jesús vino para restaurar nuestra salud y liberarnos de aflicción, y eso debe ser nuestro ministerio también.

Una vez más, la gente común se maravilla ante el poder de Jesús, mientras que los líderes religiosos lo critican. ¿Por qué es tan difícil para ellos regocijarse en una sanación obvia?

24 Pero al oírlo los fariseos, dijeron: «Éste no expulsa a los demonios sino por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios.»

Cuando no estés de acuerdo con lo que alguien hace, es fácil decir que es del diablo. Lo triste es que no pudieron ver que el mismo Beelzebú los estaba cegándolos y usándolos para socavar el ministerio de Jesús.

Una casa dividida

25 Jesús conocía sus pensamientos, y les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. 26 Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo. ¿Cómo puede, entonces, mantenerse en pie su reino? 27 Ahora bien, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebú, ¿los seguidores de ustedes por medio de quién los expulsan? Por eso ellos mismos los juzgarán a ustedes. 28 En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes.

Aunque estaban hablando entre sí, Jesús conocía sus pensamientos. Eso debería llamarles la atención y condenarlos, pero están endurecidos y no se arrepienten para nada.

  • Como el Hijo de Dios, Jesús obviamente tiene autoridad sobre los demonios, pero en su vida terrenal, fue por el poder del Espíritu Santo que los expulsó. Su vida era una demostración de la misma autoridad que nosotros tenemos por medio del Espíritu para liberar a los oprimidos.
  • Los judíos también practicaban la liberación, aunque la gente no estaba acostumbrada a verla.
  • El reino de Dios es la manifestación del dominio de Dios y el desplazamiento del reino de las tinieblas. La liberación es evidencia dramática que el reino de luz está presente. Si no hay liberaciones, podemos cuestionar si realmente el reino ha llegado a ese lugar.
  • Jesús señala un principio fundamental: la división interna conduce a una caída. Es por eso que la unidad recibe tanto énfasis en la Biblia. ¿Cuántas iglesias han caído a causa de divisiones internas? ¿Cuántas familias han sido devastadas?

Roba la casa del hombre fuerte

29 »¿O cómo puede entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Sólo entonces podrá robar su casa.

El hombre fuerte es Satanás. ¡No lo tomes a la ligera! ¡Él es un enemigo formidable! Dios quiere que no sólo entremos a su casa, sino que también arrebatemos sus bienes. Ellos pueden ser los endemoniados, los cegados a la verdad, o aquellas áreas de la sociedad donde Satanás domina. Muchos creyentes bien intencionados han planeado nuevas iglesias, campañas evangelísticas y otras buenas obras, sin antes atar al hombre fuerte. Terminan desanimados, e incluso cuestionan su llamada o el poder de Dios.

Jesús no hablaría de atar al hombre fuerte si no fuese posible hacerlo. ¡Pero no en tu propia fuerza! ¡Vas a salir lastimado! En el Nombre de Jesús, Satanás tiene que someterse. Entonces, ¿cómo robamos su casa?

  • Primero, identifica sus casas. Con oración, discierne a aquellas personas o áreas donde el diablo ha construido fortalezas.
  • En ayuno y oración, batalla para atarlo. La verdadera unidad en el Espíritu es necesaria para ser eficaz en esa oración. Si hay alguna división en el ejército del Señor, fracasará. Si es una casa grande y Satanás ha invertido mucho para protegerla, será una batalla fuerte. Muchas personas se dan por vencidas porque es demasiado dura.
  • El discernimiento espiritual es necesario para saber cuándo está atado, y es seguro entrar a la casa. He visto cuando atan a Satanás pero no se dan cuenta de que es sólo el comienzo. ¡Ellos dejan su casa intacta! Como Israel entrando a la Tierra Prometida, necesitamos fe y audacia, no sólo para entrar, sino también para tomar posesión del territorio para el Señor.

¿Cuál es tu situación? ¿Estás atado en una casa del hombre fuerte? ¿Hay casas del diablo a tu alrededor? Si estás involucrado en la batalla en este momento, ¡coge ánimo! Si necesitas tiempo para recuperar, tómalo. ¡Luego vuelve a la batalla! Prepara una estrategia de oración – con unos hermanos de la misma mente – de cómo saquear su casa y retomar las posesiones del Señor. Tal vez tienes a un hijo en la casa del hombre fuerte. En ese caso, la oración unida con tu cónyuge es muy importante, y es poderosa. Pídele a Dios que te dé ojos para ver claramente lo que está sucediendo a tu alrededor en el reino espiritual.

Blasfemia contra el Espíritu

30 »El que no está de mi parte, está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce. 31 Por eso les digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie. 32 A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.

Estos versículos han causado gran consternación entre los creyentes: ¿He sido culpable del pecado imperdonable, la blasfemia contra el Espíritu? Jesús está hablando específicamente en el contexto de los fariseos que atribuyen una obra del Espíritu Santo al diablo. Ten mucho cuidado de despreciar lo que el Espíritu hace en otras iglesias. Si estás preocupado de haber cometido este pecado, probablemente no lo has hecho. Los que blasfeman confían en su propia justicia, están tan cegados que no pueden ver que la sanidad es una obra de Dios, y se endurecen a la convicción de pecado por el Espíritu. Pablo, por ejemplo, creía que los cristianos eran del diablo, pero cuando se enfrentó a la luz, se arrepintió. El pecado imperdonable puede ser apostasía: endurecer permanentemente el corazón a las obras del Espíritu, incluida la convicción de pecado que conduce al arrepentimiento. En el relato de Lucas (12:8-12), incluye renunciar a Jesús bajo presión.

Aunque estos versos son alarmantes, la buena noticia es que hay perdón para todos los demás pecados y blasfemias. Asegúrate que has confesado todo pecado, y luego agradécele alegremente por tu perdón, recordando lo que le costó.

El versículo 30 parece contradecir lo que Jesús dijo en Marcos 9:40 (Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.), pero hay una diferencia importante: En Marcos, la gente hacía milagros en el nombre de Jesús. A diferencia de los fariseos, ellos actuaban con fe en Cristo, pero los discípulos estaban celosos. Es importante tener en cuenta que los fariseos no se quedaron en una zona neutral: O estás con Jesús o contra Él. Eso significa que hay muchas personas amables que están en contra de Jesús, porque Él dijo: O estás recogiendo conmigo o estás esparciendo. Puede ser una buena persona, pero si no está sirviendo a Jesús, está en contra de Él. Dios atrae a la gente y trae paz; Satanás trae división y contienda.

¿Cómo está tu fruto?

33 »Si tienen un buen árbol, su fruto es bueno; si tienen un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto. 34 Camada de víboras, ¿cómo pueden ustedes que son malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca. 35 El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal.36 Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. 37 Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará.»

La evaluación de un ministerio de liberación debe ir más allá de lo que se ve en un servicio o en la televisión. ¿Cómo está la vida diaria del ministro? ¿Cómo está su fruto? ¿Cómo está el fruto en su familia? ¿Cómo están sus relaciones con otros ministerios? ¿Cómo están sus conversaciones?

¿Qué llena tu corazón? ¿Cómo se manifiesta en tu hablar? ¿Qué tipo de árbol eres? ¿Cómo está tu fruto?

Ya sabes que tu boca puede causar muchos problemas. Ten cuidado con las palabras ociosas. ¡Piensa antes de hablar! ¡Tienes que dar cuenta de todas tus palabras!

Cuando el demonio vuelve

Lucas 11:14-26 puede registrar el mismo incidente, aunque hay algunas diferencias: Mateo coloca estas palabras más adelante en el mismo capítulo (12:43-45); Lucas las tiene en el contexto de la enseñanza de Jesús sobre la liberación.

24 »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando un descanso. Y al no encontrarlo, dice: “Volveré a mi casa, de donde salí.” 25 Cuando llega, la encuentra barrida y arreglada.26 Luego va y trae otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial.»

Los detalles:

  • Un espíritu inmundo es echado fuera. La persona que ministra la liberación opera en la autoridad dada por Cristo, y tuvo éxito.
  • Los demonios nunca quieren irse. Este espíritu estaba cómodo en la persona, pero cuando tiene que irse, busca descanso en lugares áridos.
  • Su inclinación es volver a donde moraba antes.
  • Esta persona puede haber recibido un seguimiento sobre cómo ordenar su vida. Ha sido diligente, y tiene su casa limpia y ordenada.
  • No hay nada que impida que el espíritu regrese a esa casa; en efecto, la alfombra de bienvenida está afuera, y la puerta abierta.
  • La tendencia para un espíritu inmundo es unirse a otros, aún más siniestros, y volver a «casa».
  • Jesús dice que viven allí.
  • En este caso, la persona termina peor que antes. Está desanimado a pensar que Dios lo había liberado, solo para encontrarse a sí mucho peor. Puede rechazar a Jesús y a la iglesia, y ser resistente a  la liberación. Aquí el diablo ha ganado la batalla.

¡No tomes la liberación a la ligera! ¡Prepárate bien! Tú puedes hacer mucho daño a otras personas y al reino de Dios.

  • Así como la salvación consiste en más que decir la oración del pecador, la liberación es más que la expulsión de los espíritus malignos. Cualquier creyente lleno del Espíritu puede ministrar la salvación o la liberación, pero una enseñanza sólida es necesaria sobre todas las facetas del ministerio.
  • La liberación debe ser ministrada en el contexto de una iglesia local, donde la persona está sometida al liderazgo y recibe seguimiento.
  • Parte de la liberación debe ser la oración para recibir al Espíritu Santo, y la enseñanza sobre la vida llena del Espíritu. Si no ha sido bautizado como creyente, debe ser bautizado.
  • Alguien tiene que andar con la persona, velando por el posible regreso del demonio y ayudándole a crecer en el Señor.
  • Si de repente la persona tiene luchas fuertes, puede ser que un espíritu haya regresado, junto con otros que son aún más destructivos. Prepárate para ministrar la liberación otra vez.

¡Dios está contigo!

Hay una vez más cuando se menciona el ministerio de liberación de Jesús, en el discurso de Pedro a Cornelio en Hechos 10:37-38:

Ustedes conocen este mensaje que se difundió por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan. Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.

Aquí también la liberación se equipara a la curación. Pedro resume el ministerio de Jesús como haciendo el bien y la curación de gente que estaba bajo el poder del diablo. Él podía hacerlo porque Dios estaba con Él, y lo ungió con el Espíritu Santo y con poder. ¿Y sabes algo? ¡Dios está contigo también! ¡Tú puedes experimentar la misma unción y el mismo poder! La vida de Jesús es un ejemplo de lo que Dios puede hacer con una vida sometida a Él. Tu puedes hacer lo que hizo Jesús, y quizás aún más (Juan 14:12).

Innumerables personas están sufriendo bajo la opresión demoníaca, mientras que la iglesia se ocupa con sus bandas de adoración, prosperidad y templos grandes. La mayoría no quiere hacer nada con la liberación: Es demasiada complicada, demasiada polémica y demasiada exigente. ¡Tienes que orar mucho! ¡Incluso ayunar! Mientras tanto, algunas familias son destruidas; la gente muere, y la iglesia es vista como una broma. Con demasiada frecuencia, los ministerios de sanidad y liberación son despreciados por el mundo – y la iglesia. ¿Es hora de que tú lo tomes en serio? ¿Necesitas liberación? ¿Hay algún ser querido que la necesita?